*La cantante fue recibida con ovaciones, bendiciones y una profunda muestra de cariño por parte de su gente, en una velada donde las raíces, la música y la emoción se hicieron una sola.
Los Ángeles, CA, Abril 2025– La noche del 15 de abril quedará marcada como una de las más emotivas en la carrera de Ana Bárbara. La cantautora potosina, ícono de la música regional mexicana, regresó a su tierra natal para presentarse en la Feria Internacional de San Luis Potosí, en un concierto que fue mucho más que una presentación: fue un reencuentro lleno de gratitud, orgullo y amor.
Desde el primer acorde, los asistentes —familias enteras, jóvenes y personas mayores— respondieron con un cariño palpable. Ana, visiblemente emocionada, agradeció a “sus paisanos”, como cariñosamente los llamó, por una noche inolvidable. Uno de los momentos más conmovedores ocurrió cuando una mujer de 92 años se acercó a bendecirla, gesto que conmovió profundamente a la artista, recordándole que a pesar del tiempo y la distancia, sus raíces siguen tan vivas como el primer día.
“Han pasado más de tres décadas desde que salí de aquí con una guitarra llena de sueños, y hoy, volver a este escenario y ver tanto amor, es un regalo que guardaré siempre en el corazón”, expresó Ana.
En otro instante memorable de la noche, Ana Bárbara invitó al escenario a un fan invidente, quien interpretó junto a ella el tema “Lo Busqué”. La interpretación fue recibida con una ovación de pie por parte del público, dejando claro que su música no solo entretiene, sino que también toca el alma.
Demostrando su compromiso con la inclusión, el concierto también contó con la participación de una intérprete de lenguaje de señas, permitiendo que personas con discapacidad auditiva pudieran vivir cada canción con el corazón. Porque para Ana Bárbara, la música es un puente que une, abraza y no deja a nadie fuera.
Con más de 30 años de trayectoria, Ana Bárbara continúa consolidando su legado como una de las artistas más queridas y respetadas del país. Su regreso a San Luis Potosí fue una celebración de identidad, de talento y de la conexión inquebrantable entre una artista y su gente.
Ana Bárbara, la Reina Grupera, no solo volvió a su tierra: volvió a su origen. Y su gente, con brazos abiertos, le recordó que nunca la ha dejado de amar.
