Los campanarios de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, la más grande de América, deberán ser apuntalados por daños estructurales provocados por los sismos que en septiembre azotaron al país.
‘El reporte que hemos tenido nosotros es que efectivamente las torres tienen algunos daños estructurales; sin embargo, es posible apuntalarlas desde el interior’, señaló el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar.
Dijo que no será necesario cerrar el templo, pero se restringirá el acceso a los campanarios.
‘No hay daños mayores que sean de riesgo y pusieran en riesgo la asistencia de los fieles’, afirmó el religioso, quien afirmó que las campanas seguirán sonando.
Además de los campanarios lo más grave fue la caída de la escultura de Manuel Tolsá, ‘La Esperanza’ y el movimiento de la figura de ‘La Caridad’.
La Catedral Metropolitana de la Asunción de la Santísima Virgen María a los cielos de Ciudad de México es la sede de la Arquidiócesis Primada de México y se ubica en el lado norte de la Plaza de la Constitución en el Centro Histórico de la Ciudad de México, por lo que es Patrimonio de la Humanidad.
Debido al prolongado tiempo que llevó su construcción, poco menos de 250 años, prácticamente todos los principales arquitectos, pintores, escultores, doradores y demás artistas plásticos del virreinato trabajaron en algún momento en la edificación del recinto.
Ello permitió además que se integraran en ella los diversos estilos arquitectónicos en boga en esos siglos: gótico, barroco, churrigueresco, neoclásico, entre otros.
Lo mismo ocurre con los distintos ornamentos, pinturas, esculturas y mobiliario en su interior.