El cáncer de ovario es hoy el tercero más frecuente en México, país donde cada año mueren por esta causa entre dos mil 500 y tres mil mujeres en su mayoría mayores de 40 años.
La Comisión Nacional de Protección Social en Salud indicó que con un diagnóstico temprano se puede controlar el padecimiento en el 80 por ciento de los casos, aunque entre el 60 y 70 por ciento sufren recaídas.
También expresó que 13 hospitales en el país ya están acreditados para prestar los servicios de detección y tratamiento del cáncer de ovario.
Asimismo, señaló que los casos graves requieren un tratamiento con un costo promedio de 300 mil pesos (17 mil 543 dólares).
De acuerdo con especialistas, una tercera parte de las pacientes abandona las terapias al carecer de recursos económicos.
Uno de los retos de la enfermedad es la detección temprana, pues puede transcurrir hasta un año antes de recibir la atención médica especializada.
Entre los factores de riesgo asociados a esta neoplasia están el inicio de la menstruación en edades tempranas, menopausia tardía y un primer embarazo después de los 30 años.
Mujeres mayores de 40 años sin hijos, las sometidas a tratamientos de infertilidad o con antecedentes familiares de este tipo de neoplasias, se incluyen en el grupo de riesgo.
Durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto anunció que se incluiría esta enfermedad en la cobertura del Fondo de Gastos Catastróficos del Seguro Popular, con vistas al tratamiento y diagnóstico oportuno.