En el Museo de Arte Popular (MAP), con un ciclo de mesas redondas, continúa el homenaje a la figura de la periodista, argumentista, cantante, madre de familia y empresaria: Yolanda Vargas Dulché.
En el marco de la exposición Yolanda Vargas Dulché. Contadora de historias, la noche del 7 de marzo en la mesa redonda «Producción y técnicas gráficas en la obra de Yolanda Vargas Dulché», se habló de los retratos populares y los sentimientos que plasmó la escritora en sus argumentos, mismos que aparecieron primero en historietas, para más tarde ser llevados a la radio, el cine y la televisión.
En el evento, en el que participaron las productoras de telenovelas Irene Sabido y Lucy Orozco; la historiadora Mónica Barrón; el director del Museo de la Caricatura y la Historieta, Rubén Eduardo Soto; Walther Boelsterly, director del MAP, expuso que la pionera en el mundo de la literatura popular en México no fue simplemente una escritora, productora y directora, sino una «gran mexicana» que trabajó para México, sin olvidar su origen humilde.
«Vargas Dulché tuvo un gran talento y capacidad. Fue prolífica en diferentes medios, con diferentes herramientas. […] Sin lugar a dudas, fue uno de los personajes que ayudó a construir este México maravilloso, que hoy en día, podemos vivir y disfrutar».
En opinión de Boelsterly, la reina de las historietas, al venir de un origen humilde, tuvo la posibilidad de crear y fundamentarse en casos reales para poder generar un tipo de literatura que probablemente mucha gente desdeña pero que tiene una enorme importancia para la comprensión sociológica de México.
«Ella editaba en 1960, —cuando el país tenía 60 millones de habitantes—, 25 millones de historietas al mes. Tener esos números, haber editado y comprado argumentos de otros escritores, fue adelantarse al mundo en 40 años».
Las productoras Irene Sabido y Lucy Orozco coincidieron en que fue una experiencia maravillosa haber llevado a la pantalla chica historias escritas por Vargas Dulché.
Para Sabido, realizar y producir Yesenia, fue cumplir un sueño además de vivir una maravillosa experiencia de trabajo con una escritora noble, dadivosa, que tenía una gran generosidad; quien nunca restringió su imaginación, conocimiento y tiempo para trabajar y discutir cada uno de los puntos de la telenovela.
La también productora de los trabajos, Yo no pedí vivir y Vamos juntos para Televisa, compartió con el auditorio que, al estudiar la carrera de Letras Dramáticas en la Facultad de Filosofía y Letras, se sorprendió al ver que un módulo de un seminario impartido por la maestra Luisa Josefina Hernández, estuviera dedicado a estudiar el trabajo de Vargas Dulché, ahí se dio cuenta que con un enorme respeto y cariño, la creadora de Memín Pinguín, planteaba en sus historias todos los elementos del melodrama de una manera sencilla y fácil de entender, mismas que llegaban al público de modo sorprendente y amable.
Para Lucy Orozco, el éxito de Yolanda Vargas Dulché radicó en que conocía el alma de las personas y los valores que son universales. «Manejó el racismo, el clasismo. Podía poner la historia de un país y los personajes que quisiera».
La productora que entró al mundo de la televisión al realizar El pecado de Oyuki piensa que el alma de escritora de Vargas Dulché era fantástica y que le tenía un gran amor a sus personajes.
«Escribía, fue una mamá fabulosa y empresaria de primer nivel. Ella proviene de una época atrás, transgredió las normas y nos abrió camino a las generaciones futuras de mujeres».
Al tomar la palabra, la historiadora Mónica Barrón, comentó que la creadora de María Isabel, Rubí, Ladronzuela y Gabriel y Gabriela escribió retratos populares, en los que se reflejan pasiones, maldad, deseo, erotismo, compasión y amor, emociones que fueron llevadas a la televisión. «Más que recoger mundos populares, ella hablaba de sentimientos y emociones que colocó en el imaginario popular.
«Vargas Dulché retrató sentimientos y los hizo suyos, proveyó de historias. Se metía en temas que la sociedad consumía pero le espantaba un poco. Entendió el fenómeno popular, navegó en la crítica y censura de sus personajes, y supo encontrar el puente para aterrizarlas en la televisión».
En su opinión, la obra de la empresaria, quien falleciera el 8 de agosto de 1999, puede analizarse desde un punto de vista iconográfico, sociológico e histórico. «Nunca me imaginé que muchos años después, sus historias me provocaran tanta nostalgia, lo que se logra por lo entrañable que son sus personajes».
A manera de homenaje, el Museo de Arte Popular inauguró la exposición Yolanda Vargas Dulché. Contadora de historias, la cual muestra imágenes, videos y objetos, que cuentan del paso de la escritora por la radio, la historieta, el cine y las telenovelas.
La última mesa redonda referente a Yolanda Vargas Dulché en el MAP, se realizará el jueves 14 de marzo con el tema «Sociología de masas, entre la realidad y la ficción». La exposición permanecerá abierta al público hasta el 31 de marzo.
