Llegó a su fin la primera edición de la Fiesta del Viento dedicada al arte, el oficio y la locura, realizado del 4 al 7 de marzo en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.
Este festival dedicado a la música y las artes escénicas busca posicionar a la ciudad como sede y centro de un evento cultural sin precedentes y descentralizar la oferta cultural en México al llevar interesantes propuestas al interior de la República. El evento es organizado por la asociación Calavera Canario en coordinación con el gobierno del estado.
El cierre estuvo a cargo de Astrid Hadad y Regina Orozco, quienes dieron a los asistentes una noche llena de música, cabaret y buen humor. La clausura tuvo lugar en el Teatro Gota de Plata con un lleno casi total.
La actriz y cantautora mexicana de ascendencia maya-libanesa, Astrid Hadad, interpretó lo mejor de su repertorio con un estilo que fusiona el performance musical, la crítica política y social, así como vestuarios inspirados en la iconografía y las artes populares de México.
Durante casi dos horas y acompañada de cuatro músicos interpretó temas como Lágrimas negras, La tequilera, El venadito, La rielera, Abrazada a tu cruz, El calcetín, Babalú, entre otras.
Como es su costumbre, la también activista reflexionó en torno a los siglos de esclavitud, el papel de las mujeres en la historia, el amor y desamor, además de otros temas sensibles que tocó con una crítica aguda llena de humor y una teatralidad única.
Al finalizar agradeció a los organizadores por tener esta iniciativa y dijo que “la cultura es la única esperanza para que las cosas cambien”, por lo que concluyó con la lectura de un fragmento del poeta Nezahualcóyotl: ¡Deleitémonos entonces, cantemos ahora! pues que totalmente nos vamos y nos perdemos…
Por su parte, la soprano y actriz Regina Orozco cautivó a la Bella airosa con su voz y carisma en un espectáculo que apuesta a la interacción con el público, con quien compartió anécdotas y pasajes memorables a través del humor que la caracteriza. En su participación destacó la función dramatúrgica de la música, su fuerza escénica y el gran dominio vocal de los temas que interpretó.
Su repertorio estuvo compuesto por piezas como Bésame mucho, Virgen de medianoche, Alma mía, I will survive, Perfidia y otros temas representativos en su trayectoria.
En entrevista, Ramón Antonio Gil, director del festival, mencionó que la Fiesta del Viento superó las expectativas y hubo una gran participación con alrededor de 15 mil asistentes por evento, apuntó que “no fue únicamente un acercamiento regional, también participaron los estados colindantes, lo cual nos permite alzar la mano como plataforma de propuestas de expresión cultural”.
Explicó que el propósito es convertir esta fiesta en un referente de la región y la generación de nuevos públicos, uno de los principales objetivos, ya que este festival emanó de la sociedad civil y parte de una actitud propositiva.
También señaló que ya se trabaja en la próxima edición, donde se buscará escuchar a las nuevas generaciones, “queremos que la gente se sume, que esto se vuelva un vórtice, una marca, algo que englobe un producto que a los jóvenes les guste y les atraiga”, por lo que se seguirán explorando los temas eje del festival, pero además se incluirá más arte callejero y expresiones alternas.
Apuntó que la Fiesta del Viento no es un proyecto sexenal, sino un proyecto de largo aliento y “estamos muy contentos viviendo este sueño”.
La Fiesta del Viento concentró 33 actividades culturales, música, artes escénicas y una muestra gastronómica en eventos itinerantes y fijos. Participaron artistas nacionales e internacionales, como Fito Páez, Monocordio, Jenny & Mexicats y Bocafloja, entre otros. El programa incluyó además conferencias impartidas por figuras como el escritor Xavier Velasco y el periodista Nicolás Alvarado.