Representante de los ejidatarios de San Andrés Cholula, Javier Hernández Román, recuerda que en 1998, en el gobierno de Manuel Bartlett Díaz, fueron despojados de más de 700 hectáreas, nos pagaron a 3.80 pesos el metro cuadrado y nos tiraron nuestras casas”.
Recordó que el 16 de junio de 1998 les derrumbaron sus casas con maquinaria, “con muchos policías, granaderos, a la una dos de la mañana, sacando a la gente de sus casas, a los niños y a las familias completas”.
Sabemos, dijo, que Manuel Bartlett no nos hizo caso como gobernador, es bueno hace del conocimiento de todos estos atropellos, que las personas vean que no es como lo dicen sus discursos, es un represor, un prepotente, es un daño para la sociedad.
El dirigente de los ejidatarios, informó que 14 años del despojo y represión sigue sin cumplirse el convenio que el gobierno firmó con los ejidatarios, hemos intentado, señaló, acercarnos al gobernador Rafael Moreno Valle, pero no nos escucha.
Manuel Bartlet, afirmó, quiere seguir viviendo de la ubre de la política, hoy se dice un hombre de izquierda, es un traidor, su carrera política la hizo en el PRI, desde donde repudió a los de izquierda.
Fue enemigo de los campesinos conozco su forma de pensar y de actuar, es un problema para la sociedad y los Expuso que este hecho no se olvida a los campesinos de San Bernardino Tlacalancingo, San Andrés Cholula, Momoxpan y Chautenco, los ejidos expropiados, “tenemos memoria, no se nos olvida, habrá voto de castigo a un represor”.
Recordó que a los ejidatarios los indemnizaron con 3.80 pesos por metro cuadrado, más una compensación, esto, dijo, es una cantidad irrisoria, las tierras se cotizaron en dólares, hoy el metro de tierra se vende en diez mil pesos.
Explicó que el decreto del 4 de mayo de 1992 dice que las tierras expropiadas sería para reordenamiento de la ciudad y ecológico, pero se hicieron fraccionamientos de lujo, edificios altos para hombres muy ricos, amigos de Manuel Bartlett.
Hoy, indicó, los ejidatarios y sus familias venden lo que pueden, elotes, chalupas, muchos son de la tercera edad, se quedaron pobres, “la dictadura del PRI nos quitó nuestro patrimonio”.