Redacción
Pese a que el volcán Popocatépetl se encuentra en fase amarillo tres y no hay posibilidades inmediatas de que la alerta volcánica sea cambiada a semáforo rojo uno, la actividad del gigante ha tenido en los últimos días altibajos, pues presenta horas de calma y posteriormente lanza material incandescente.
Eso tiene a los habitantes de la zona en atención permanente a las exhalaciones de vapor de agua, a las emanaciones de ceniza y a la expulsión ligera de material incandescente que es muy visible durante las noches por el color rojo del material que sale y cae por las laderas del gigante.-
En todo esto, las autoridades han realizado reuniones con miras a la posibilidad de que se cambie el semáforo, pero por otro lado, el Centro Nacional para la Prevención de Desastres Naturales de la UNAM ha descartado en el plazo inmediato o corto el riesgo de una actividad mayor.
«Hay momentos de calma, pero luego y de pronto, el volcán lanza hilos de lava, lanza ceniza, luego vapor de agua, su comportamiento es el que ha tenido desde el año de 1993, cuando se presentaron los primeros episodios que han continuado hasta la fecha y actualmente, el año en que vivimos, es el que ha presentado mayor actividad» relata Nefi de Aquino, quien labora para la Secretaría de Seguridad Vial y quien durante años ha estado asignado a esta zona, además de que tanto él como su familia viven desde hace lustros en Santiago Xalitzintla.
Los tiemperos de esta zona refieren que el volcán está inquieto pero no molesto, de lo contrario despierta con una erupción.
De acuerdo a estudios del propio CENAPRED que se han dado a conocer desde hace años, la peligrosidad del volcán se centra en dos factores, su comportamiento a través de los siglos que incluso ha tenido momentos explosivos y episodios de lanzamiento de nubes ardientes (nubes de 700 grados y que avanzan hasta a 50 kilómetros por hora) y otro factor es la población que habita en torno al gigante, cuando menos un millón 400 mil personas si se toma en cuenta al menos al Estado de México, Puebla y Morelos, siendo de Puebla las comunidades más cercanas al coloso.