¿En que gastar el presupuesto?

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Irma Mendoza Orduña.-

“El peor gobierno en el peor momento”. Cada día de forma clara esta frase se va haciendo extensiva, primero: con la poca atención a la pandemia, quien debiera llevar el barco a buen puerto, nuestro presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, nos dijo que el Covid-19 no era peligroso que con no mentir, no robar y no traicionar era suficiente, que saliéramos a comer a las fondas, restaurantes, etc., para no paralizar a la economía mostró las estampitas del detente que traía en su cartera .Y ¿cuál fue la respuesta del epidemiólogo Dr. Hugo López Gatell, ante la pandemia? El dizque científico al frente de tan importante trabajo, ante la propagación del Covid-19, sólo se ha dedicado  cada noche a contabilizar el número de muertos, suman la escalofriante cifra de casi 100 mil fallecidos y siguen sin realizar pruebas masivas para detectar a los contagiados, seguimos sin medicamentos en los hospitales, muchos contagiados no acudieron a los hospitales por la propaganda que se realizó de que ahí mataban a la gente, seguramente realizada desde la misma oficina de Gatell para siempre tener camas vacías y vender la idea de que aquí en México no se saturaron los hospitales porque domaron la pandemia, por lo que la suma de fallecidos sin contabilizar se multiplica por  tres. Entonces mínimo en el Presupuesto de Egresos de la Federación, debía de privilegiar el gasto en salud, y en recuperar la economía ante la crisis que ha dejado la pandemia.

             Desde hace dos años hemos sido testigos que el PEF (Presupuesto de Egresos de la Federación) se aprueba tal y como lo manda el  Ejecutivo, es decir, en la Cámara de Diputados, que tiene mayoría del partido del Presidente  (Morena) sin tomar en cuenta las necesidad de obras de agua potable, drenaje, apoyos a la vivienda, caminos y carreteras. El presupuesto que se plantea distribuir es de 6.3 billones 295 mil 736 millones de pesos. Esos recursos son de todos los mexicanos, deben usarse en beneficio de todos.

En el caso de las obras públicas, que se realizaban con el Ramo 23 del presupuesto federal, proponen la reducción para el próximo año del 41.8 por ciento respecto a este año, ya que pasará de 15 mil 168 mdp a nueve mil 145 mdp. En educación hay un incremento del 0.1%, pero se cancela el programa de escuelas de tiempo completo, que brindaban alimentación a los niños y jóvenes, además de una educación más completa. También el Programa de Desarrollo Profesional Docente, sufre un recorte del 49%; en el campo el PEF 2021 trae recortes, en los últimos dos años lo asignado al campo disminuye en 9.3%, con menos recursos se deterioran los servicios educativos, la salud, y alimentación, y por otro lado no se construye nueva infraestructura social y productiva. El presupuesto a carreteras se reduce en 80%. Reduce  a los estados y municipios en 6%, no tendrán para obras ni servicios.

Todos los recursos se destinan al Tren Maya (recibirá un incremento de mil por ciento)  una obra que no traerá ni beneficios económicos ni sociales, no se necesita, su realización solo es un capricho del Presidente, solo lo hace para quedar bien con los empresarios que se llevan a sus bolsillos las ganancias de la ejecución de la obra,  también le incrementan presupuesto a la refinería de Dos Bocas, además de estar en una zona inundable, por tanto ya de por sí eso representa un problema, pero lo peor es que no traerá beneficios económicos, y al Aeropuerto de Santa Lucía, que nació ya de por sí mal, ni siquiera realizaron estudios sobre su viabilidad. Destina recursos al programa sembrando vida, que es sembrar árboles, pero la gente del campo quiere apoyo para la producción de maíz, de frijol, o para producción de ganado, a los jóvenes transformando el futuro que se les dan becas para el trabajo, con la clara tendencia de compra de votos.

            Reclamamos una distribución justa del presupuesto, porque son recursos que se recaban de los impuestos que pagamos todos los mexicanos (IVA, ISR, impuesto a la gasolina, etc.) por tanto tenemos derecho a que se tomen en cuenta las necesidades del pueblo, no porque lo pidamos para nosotros, sino como una necesidad real, hacen falta viviendas, también un programa para detener el desastre de muertes por Covid-19 y además un programa de combate a la pobreza.

            Insistimos a los diputados morenistas que se equivocan al solo convertirse en alfombra para aprobar las propuestas del Presidente. La paciencia que el pueblo tiene puede estallar, y entonces el León que es maltratado devorará a su domador. La desilusión de la gente se verá reflejada en las urnas. Es cuestión de tiempo, se acercan las elecciones de 2021, entonces elegiremos diputados locales, diputados federales y presidentes municipales. Llamamos a los mexicanos a no votar por   Morena, ni por ninguno de sus partidos satélites, los invitamos a mandar a los morenistas por donde vinieron.

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