Un ballet de cuento de hadas llegó a la explanada del Palacio de Bellas Artes la noche de este sábado 20 de diciembre para cautivar a cientos de personas como parte del programa Desde los Grandes Teatros del Mundo organizado por el Conaculta.
Se trató de la proyección de La bella durmiente desde la Ópera de París que, en el marco del Segundo Festival Luces de Invierno, recrea el esplendor de una de las obras maestras más brillantes del repertorio clásico.
«Ballet de ballets», así describía el bailarín Rudolf Nuréyev quien retomó la obra para el Ballet de la Ópera de París a partir del trabajo de Marius Petipa.
Niños y jóvenes, acompañados de sus familias, y adultos mayores no sólo disfrutaron del talento de los primeros bailarines y cuerpo de baile del Ballet de la Ópera de París, sino también de la belleza del decorado y el vestuario imaginado por Ezio Frigerio y Franca Squarciapino, que recrea la época decimonónica.
Incluso, varios transeúntes que se dirigían a la estación más cercana del metro detuvieron su camino para observar la pantalla gigante colocada a un costado del recinto de mármol frente a la Alameda.
A pesar de encontrarse en un espacio concurrido, el público que ocupó alguna de las decenas de sillas colocadas o permaneció de pie, se adentró en el cuento transformado en danza que combina amor e intriga, por cerca de tres horas.
La música a cargo de la Orquesta y Coro de la Ópera de París jugó un papel importante para trasportar a los espectadores a una atmósfera mágica al unir el romanticismo y la originalidad de las melodías con una espléndida orquestación.
Para algunos de los asistentes representó la primera vez que presenciaban un ballet. Fue el caso de Francisco González, quien acompañado de su esposa y sus dos hijos celebró la iniciativa.
“Muchos no tenemos dinero para comprar un boleto para ver este tipo de eventos, mucho menos para viajar. Me parece muy buena idea y más en estas fechas navideñas”.
El ballet original fue estrenado en 1890 en el Teatro Mariinski de San Petersburgo como una obra conjunta de Marius Petipa (encargado de la coreografía y escenografía) y el compositor Piotr Ilich Tchaikovsky, quienes se inspiraron en el cuento de Charles Perrault.
La proyección realizada en pantallas instaladas al aire libre forma parte del programa lanzado por el Conaculta Desde los Grandes Teatros del Mundo, el cual da oportunidad a los habitantes y visitantes de la capital del país el disfrutar eventos culturales de esta magnitud en plazas públicas.