Estimado lector, esta semana haré una pausa para hablar de algo más que branding, hablaré del ente más importante de todo este trabajo: el ser humano. Para ello quisiera hablar como mercadólogo del problema de la ecuación en el país.
Han sido varias las notas donde hemos visto a maestros manifestándose y la consecuencia en unos años estará en las empresas. Leyendo un poco sobre vacantes, existen muchos puestos en donde las personas no califican. Si pensamos en que esto no nos afecta, claro que sí.
Niños con bajo nivel escolar obliga a los maestros a trabajar en renivelarlos, y si no lo logran, llegan a la universidad donde los profesores invierten más tiempo en retomar lo que deberían saber para después tratar de enseñarles nuevos conocimientos.
Pero si la universidad no cierra ese ciclo con tiempo=dinero en horas clase, entonces las empresas deberán pagar ese tiempo-dinero en darles ese nuevo conocimiento. Si las empresas revisan que el proceso es alto en costos, entonces recurrirán al outsorcing internacional, es decir se llevarán la inversión o parte de ella la realizarán en otro país.
Bien, si el problema no fuera el dinero, entonces vamos con el problema cultural, el cual no se resuelve con dinero. Observamos a profesores cobrando aún a pesar de estar en manifestaciones, observemos a los adolescentes en el DF cerrando escuelas por inconformidades.
La intolerancia es una educación pragmática, se observa y se repite. Con qué cara un profesor evalúa a un niño cuando él mismo no lo permite, he sabido de profesores que usan la misma libreta para dar clase durante años.
La evaluación es una cultura de medir y ser medido por tus ideas, lo que te obliga a refrescarlas y avanzar. En mi experiencia personal cuantas veces hemos tolerado estas conductas de brincar la evaluación. Nunca veremos burócratas eficientes si no son evaluados por su desempeño.
De ahí que empresas privadas no contraten a extrabajadores de gobierno. ¿Para qué? Son grilleros, no trabajan los fines de semana, salen temprano y no tienen parámetros de productividad. Trabajar en gobierno es sacarse la lotería para los mediocres.
Si los niños en su etapa del «despertar capital» se enteran que ganar dinero es cuestión de influencias, corrupción y un trabajo en el cual eres intocable, entonces eso es lo que desearán.
No deberíamos temer a ser medidos, cuando por delante exista el hábito de leer y querer saber algo más. Estimado lector, lo dejo con esta reflexión para que en su negocio o casa reine la calidad, es decir hacer algo mejor todos los días. Le recuerdo mi twitter es @angeloropezza y mi correo para Linked In: Ltbarro@gmail.com. Y recuerde: Aprenda y emprenda.