Como trascendental para el crecimiento económico y el bienestar de las familias mexicanas, calificó el senador Ricardo Urzúa Rivera, la Ley para Impulsar el Incremento Sostenido de la Productividad y la Competitividad de la Economía Nacional, aprobada por el Pleno del Senado.
Al fijar el posicionamiento del Grupo Parlamentario del PRI, el legislador dijo que el objetivo central de esta ley es implementar una política nacional de fomento económico orientada a impulsar el crecimiento sostenido de la productividad y la competitividad, al tiempo de potenciar la inversión, promover cambios de la estructura productiva hacia sectores económicos de elevada productividad y competitividad.
Además, fortalecerá las cadenas productivas, así como elevará el contenido tecnológico y de valor agregado a la economía y al desarrollo económico del empleo, agregó el legislador del PRI.
Lo anterior, continuó, debido a que la política nacional del fomento económico contará con un programa especial de productividad a la competitividad, el cual será elaborado en los términos previstos en la presente ley.
Esto significa que la ley de planeación, el Plan Nacional de Desarrollo y demás disposiciones aplicadas, deberán considerar políticas de carácter transversal, sectorial, regional, cada uno de los objetivos específicos definidos, comentó Urzúa Rivera.
Para lograr esta meta, consideró, es necesaria la concurrencia y concertación de acciones entre los sectores público, social y privado, a través de un Comité Nacional de Productividad y demás mecanismos institucionales, mismo que funcionará como un órgano consultivo auxiliar del Ejecutivo federal y de la planta productiva.
Otro aspecto fundamental de la ley, indicó el senador de la República, consiste en impulsar una nueva visión política-pública que integre a toda la economía en un proyecto de nación de largo plazo.
“Para tal efecto, el Ejecutivo federal incluirá como parte del Plan Nacional de Desarrollo, una visión de la política nacional de fomento económico activa, con objetivos y metas, hasta 20 años, otorgándole la certidumbre de las decisiones públicas y privadas de inversión, así como mejores expectativas para la mayoría de los mexicanos”, aseveró Ricardo Urzúa.