
Es necesario que los jóvenes participen en el diseño de políticas que les permitan enfrentar en mejores condiciones su vida adulta, porque si bien es cierto tienen más oportunidades de acceso a la educación, no es así en el plano laboral, afirmó Karla Valverde Viesca, investigadora del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Política y Sociales de la UNAM.
Durante su conferencia “Reforma y políticas juveniles en México: avances y retrocesos institucionales”, la investigadora explicó a estudiantes de la BUAP reunidos en el Teatro del Complejo Cultural Universitario, el reto que tienen para buscar espacios donde participen en la toma de decisiones políticas tanto federales, estatales y municipales sobre qué y cómo quieren su futuro.
Reconoció que “no se pueden cerrar los ojos frente al hecho de que los jóvenes viven y enfrentan un mundo desolador e incierto, donde las oportunidades para educarse, para ingresar al mundo laboral y convertirse en ciudadanos plenos son cada día más limitadas”.
Valverde Viesca quien participa en Seminario sobre la Agenda de Gobierno en México. “Retos y perspectivas en la democracia”, invitada el Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico y la Facultad de Administración de la BUAP y por la UNAM, habló de las paradojas a las que la población joven se enfrenta:
“Hoy en día tienen un mayor acceso a la educación pero también menos posibilidades de acceder a un empleo y todavía menos a una jubilación; tienen más acceso a la información pero no a la toma de decisiones; cuentan con más destrezas para la sociedad informática y menos opciones de autonomía, es decir, su independencia económica y acceso a una vivienda autónoma son más limitadas en comparación con la generación de sus padres”, dijo.
Los jóvenes reciben mejor provisión de salud y están menos reconocidos en su morbimortalidad específica, lo que significa que aunque ha descendido la tasa de mortalidad y la esperanza de vida es mayor, el riesgo que tienen de sufrir accidentes, agresiones, violencia y una muerte temprana aumentan.
Mientras hoy son más móviles y flexibles y migran no sólo entre estados, municipios, sino también entre países, se enfrentan más a las políticas de exclusión y son delimitados en grupos, además de que a pesar de ser más aptos para los procesos productivos, cada vez tienen menos acceso a éstos.
La Investigadora de la UNAM, señaló que los jóvenes son quienes finalmente deciden en las elecciones, tienen que construir sus propios espacios de participación y contribuir en la formación de modelos tomando en cuenta su propia realidad y con los adultos transitar de modelos tradicionales a modelos avanzados.