Los espejos del poder y un país sin rumbo
«La buena influencia no existe. Toda influencia es inmoral, inmoral desde el punto de vista científico. Porque influir en una persona significa entregarle el alma. Ya no piensa con sus propios pensamientos, ni se consume en sus propias pasiones. Sus virtudes dejan de ser reales. Sus pecados, si es que existe tal cosa, son algo prestado. Se convierte en el eco de una música ajena, en el actor de un papel que se ha escrito para otro.» (El retrato de Dorian Gray , Oscar Wilde.)
Escribir sobre México y tomar los últimos acontecimientos como referencia, obliga a revisar acontecimientos de la historia o recordar fragmentos de novelas y a escritores famosos. La tragedia se vuelve comedia y la locura se convierte en la opción más racional del ejercicio del poder. Son los espejos donde se miran los poderosos que no quieren verse a sí mismos.
No es pecado decir y afirmar que nuestro país carece de rumbo, al contrario, se vuelve virtud revisar la acción y los mandamientos de los gobernantes en turno, desde los Pinos a las Casas de Gobierno en los estados o el insultante cobro por » servicios» de presidentes municipales, magistrados e integrantes de » organismos autónomos » o instituciones que regulan o «controlan» el ejercicio del poder público. Auditorías, contralorías, comisiones de derechos humanos o Institutos electorales (estatales) son muestra de ello.
Las manos privadas – manchadas con la miseria de millones- son las que incentivan la acumulación ilegal. La corrupción y el engaño son los ejes en los que se mueven los grupos de poder, hoy dominantes en vastas regiones de la Patria. A ello se suman los medios de comunicación que esconden información sobre los abusos de los gobiernos. Revisemos y abramos los ojos.
La miseria de la partidocracia y sus dueños – el grupo de ricos que concentra más del 50 por ciento de la riqueza nacional- están llevando a México al abismo. La entrega de Pemex, el concurso de la «Ronda Uno», la decisión de privatizar la educación, la salud pública (IMSS e ISSSTE). A ello se suma el anuncio de privatizar el agua y demás recursos naturales, tal como sucede ya con las costas y el incremento desmesurado en el cobro por prestación de servicios públicos. Ejemplos hay muchos y cada quien aplica medidas a su criterio y en contubernio con empresarios «preferidos».
La industria nacional está en quiebra, las pequeñas empresas se extinguen al igual que los pequeños comercios. Todo es avasallado por las tiendas de conveniencia, los monopolios y las franquicias con capital trasnacional. Los gobiernos se endeudan con la complicidad de congresos locales. Estos gobiernos de los estados entregan recursos y obra a discreción para sus socios en diversos negocios, incluyendo la política. Para los gobernantes autoritarios y cínicos, la política es negocio y no servicio, ahí están los hechos.
El viaje del presidente Peña Nieto y la corte «faraonesca» que lo acompañó, demuestran el grado de descomposición de los poderes del Estado. Después vino lo de El Chapo; la represión del ejercito en Ostula, Michoacán y la farsa de Claudio X. González y» Mexicanos Primero» con la propaganda de Televisa y TV azteca en contra del magisterio.
Se muestra la ineptitud de Arely Gómez en la Procuraduría de la República y en SEGOB predomina el grupo del ex secretario de seguridad con Calderón, Genaro García Luna. Se engaña a la sociedad con el » presupuesto cero», que en realidad es continuación de la Política Económica fracasada, vienen recortes al gasto social, despidos y anulación de proyectos necesarios en el campo y la ciudad. Más de lo mismo.
Un breve recuento en los estados: el «verde» y Manuel Velasco Coello hacen de las suyas en Chiapas violentando las leyes y denigrando la contienda electoral; en Puebla, los altos mandos de seguridad son cómplices del robo de gasolina a los ductos de Pemex y Rafael Moreno Valle Rosas anda de » viaje» con el garrote en la mano; en Oaxaca , se pretende imponer un proyecto en el Cerro del Fortín, a pesar de las protestas de la sociedad; en Sinaloa, los feminicidios van en aumento; en Quintana Roo, Roberto Borge Ángulo utiliza a su antojo el poder del gobierno, usa como quiere los recursos públicos y reprime a sus opositores. Todo lo anterior es un pequeño botón de muestra de los males que aquejan a la sociedad mexicana.
Los rostros del poder corrupto, de la violencia y la mirada perdida, no se observan en los espejos de los gobernantes. Niegan la deformación real de su condición humana. En su espejo miran lo que alguna vez quisieron ser y no son. Son el rostro de la ineptitud, el cinismo, el robo, la vejación y la corrupción, son un cuerpo putrefacto que daña a todos y a todo. El país, México, camina sin rumbo y sin destino u objetivos concretos.
REFLEXIONES. ¿A dónde vamos con los errores cotidianos de los gobiernos? ¿La entrega de las riquezas nacionales, el endeudamiento y las reformas aplicadas son la salida? ¿De qué manera van a justificar su fracaso en la reactivación de la economía y el buen uso de las finanzas públicas, los partidos del Pacto por México? Son preguntas que pueden tener respuestas diferentes. Una cosa es clara, o cambiamos el rumbo y al actual régimen o nos hundimos.
¡Amor con amor se paga!
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