París.-El Ejecutivo galo anunciará hoy nuevas medidas que, a juicio de fuentes gubernamentales, persiguen reforzar la seguridad de los franceses, a dos semanas de los atentados.
Hace apenas unos días, el presidente Francois Hollande avisó la disposición a profundizar la intervención en conflictos externos.
Hollande comunicó en un discurso ante las Fuerzas Armadas la movilización del portaaviones Charles de Gaulle para, en caso necesario, intervenir en Iraq con «todavía más fuerza e intensidad».
También detalló que van a revisar y a adaptar el ritmo de reducción de los efectivos de las Fuerzas Armadas, teniendo en cuenta «la situación excepcional» por la que atraviesa el país.
En la misma línea, el primer ministro Manuel Valls, afirmó que «Francia está en guerra contra el terrorismo, el yihadismo y el islamismo radical, al comunicar medidas excepcionales al respecto.
Vall informó que pidió al Ministerio del Interior y al de Justicia crear las condiciones para poner en marcha un nuevo sistema, con el fin de que las personas condenadas por terrorismo tengan que declarar su domicilio y someterse a los elementos de control.
Insistió en la necesidad de aumentar los esfuerzos en las cárceles, con lo cual confirmó la generalización del aislamiento de los detenidos considerados radicalizados. Sobre el tema de Internet, se refirió a la importancia de reforzar el control en el ciberespacio, principalmente en las redes sociales.
El gobierno movilizó miles de militares y policías en el territorio nacional como parte del refuerzo de la seguridad anunciado tras los recientes ataques.
Alrededor de 10 mil soldados fueron desplegados para proteger los «lugares sensibles» en todo el país, dijo el ministro de Defensa Jean-Yves Le Drian. Vigilan centros de transporte, sitios turísticos y edificios clave, además de reforzar las patrullas callejeras generales.
El titular del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo que cuatro mil 700 policías se asignaron a la protección de las 717 escuelas judías de la nación.
Vigipirate, el sistema nacional de alerta, se mantiene en su máximo nivel en la región donde se encuentra la capital, recalcó.
Mientras, expertos alertan de la instrumentalización de los actos violentos. Opinan que los atentados, calificados de barbarie terrorista, podrían desencadenar un giro del gobierno hacia la derecha y un repunte de la islamofobia en Europa.