Ciudad de México, julio de 2025.- Penitencia y Proyecto Libertad suman esfuerzos para pedir la libertad de Dulce Belén, madre y mujer quien lleva 12 años injustamente privada de la libertad. La sexta Sala Penal tiene la oportunidad de corregir una deuda histórica.
Dulce Belén Sánchez Castañeda fue policía federal. Estaba embarazada de gemelas cuando fue detenida en 2012. Desde entonces, lleva más de 12 años encarcelada por un delito que no cometió. Hoy, su libertad está en manos de la Sexta Sala Penal del Poder Judicial de la Ciudad de México.
El caso de Dulce es símbolo de una deuda histórica: durante su detención fue torturada —incluida violencia sexual— y como consecuencia perdió su embarazo. Se le condenó utilizando pruebas obtenidas mediante violaciones graves a derechos humanos, entre ellas testimonios en cámara de Gesell y fotografías tomadas sin su defensa presente, así como pruebas derivadas de un arraigo ilegal.
En 2023, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoció estas violaciones y ordenó:
? La exclusión de todas las pruebas ilícitas.
? El establecimiento de nuevos protocolos para proteger a mujeres embarazadas víctimas de tortura.
? La emisión de una nueva sentencia justa y conforme a derecho.
Hoy, la Sexta Sala Penal, integrada por la Magistrada Mtra. Martha Patricia Tarinda Azuara, la Magistrada Medel Díaz y el Magistrado Sentíes Carriles, deben emitir esta nueva sentencia. Sin embargo, el tiempo otorgado para revisar el caso es insuficiente: apenas tres días hábiles para analizar un expediente de más de 12 años.
Hacemos un llamado urgente:
? A la Sexta Sala Penal: Solicitamos respetuosamente que ejerzan su facultad para solicitar una prórroga de 10 días hábiles, permitiendo un análisis profundo y justo del caso.
? A las autoridades y al Poder Judicial: Exigimos una sentencia absolutoria que ponga fin a esta injusticia. Dulce tiene derecho a recuperar su libertad.
? A la sociedad y a los medios de comunicación: Les pedimos sumarse a la exigencia de justicia. El caso de Dulce no puede seguir siendo ignorado.
Dulce no es solo una mujer inocente en prisión: es una sobreviviente de tortura, una víctima de un sistema que le falló y que hoy tiene la oportunidad de reparar el daño.
