Busco dejar una obra muy valiosa para decir que rodé y morí en esta vida: Herrera de la Fuente

0
746

_RMM3726a

El compositor y director de orquesta Luis Herrera de la Fuente (Ciudad de México, 25 de abril, 1916) falleció este 5 de diciembre en la capital del país. En su cuenta de Twitter el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa escribió: “Luis Herrera de la Fuente fue un gran formador de profesionales de la música y generaciones de público. Lamento su deceso”.

 

El titular del Conaculta agregó en otro twitt: “Fue compositor, director de orquesta y entusiasta creador de instituciones musicales. Aquí una prueba de su talento ow.ly/FqOiT” Luis Herrera de la Fuente recibió en 2005 la distinción de Creador Emérito del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, máximo reconocimiento que se otorga, a través del Sistema Nacional de Creadores de Arte como un impulso a la excelencia artística.

 

Luis Hererra de la Fuente inició los estudios que le permitieron ser un músico profesional en 1924, a los ocho años de edad, en Texcoco, Estado de México, al tomar clases de piano con María Olvera, después con el profesor Modesto Sáenz y con María Teresa Elorduy en la Academia de Beethoven.

 

Los estudios continuaron con los cursos de composición que inició en 1930, al ingresar a la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México para estudiar con Estanislao Mejía, después con José F. Vázquez y con Rodolfo Halffter.

 

Asimismo realizó en 1932 estudios de violín con Luis G. Saloma, en 1934 empezó a tomar con clases de canto con David Silva, los cuales continuó en 1947 con Jesús Mercado. Y en 1948 tomó un curso de dirección de orquesta con Sergiu Celibidache, en Zurich, Suiza y después con el maestro Hermann Scherchen.

 

En los más de 70 años de su carrera profesional Luis Herrera de la Fuente desempeñó en distintos campos una importante labor en el desarrollo musical, como creador de instituciones musicales, como compositor y como director titular de varias de las principales orquestas sinfónicas entre otras, la Sinfónica Nacional de México, de la que fue titular 18 años, las orquestas sinfónicas de Minería, de Xalapa, de Jalisco y Juvenil del Estado de Veracruz.

 

Fue titular de tres orquestas en otros países: Sinfónicas de Perú y de Chile y Oklahoma Symphony Orchestra. Sostuvo la batuta en al frente de más de 100 orquestas en varias de las principales ciudades de Europa, Norteamérica, Centro y Sudamérica, en Israel y Nueva Zelanda.

 

El libro Luis Herrera de la Fuente. Un testimonio de la cultura del siglo XX, editado por el Conaculta-INBA en 1995, documenta que Luis Herrera de la Fuente, en diversas entrevistas, reveló que su pasión por la música se dio de forma “natural” ya que en su familia nunca existió un músico profesional, a pesar de que su abuelo y madre tenían una hermosa voz, y su padre estudió violín.

 

“Mi abuelo sabía de música, se la enseñaron los curas de su pueblo Tepetlaostoc, en el Estado de México, e incluso formó un coro. Mi madre cantaba, tocaba el piano, la guitarra y la mandolina, pero como decimos en el lenguaje coloquial los músicos, ‘de olla’, es decir, de oído. Había un piano en mi casa, y yo, rascaba las teclas. Pero estudié música y fui músico de forma profesional hasta mi adolescencia”.

 

El pianista, compositor, director y académico construyó su vida musical a partir de una frase del famoso director de orquesta y compositor alemán Bruno Walter: “No interferir con la música”. Su trabajo fue influido por compositores como Johann Sebastian Bach, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwing Van Beethoven, Johannes Brahms, Maurice Ravel y Claudio Monteverdi.

 

“También están Friedman, Hoffman y Brailowsky, pianistas que revelan lo espiritual de la música, y del espíritu, la suprema elegancia. Para mí el arte de la música es un ejercicio de artesanía, una mano que trabaja todos los días, un oficio que se cultiva”, comentó de la Fuente en la serie documental Los creadores del siglo XX /Testimonios de Nuestro Tiempo exhibida en mayo de 1993.

 

“La idea de estos discos es que nuestra creación musical sinfónica quede en un documento sonoro y que ese testimonio exista a disposición de investigadores, músicos y musicólogos. Y que además pueda ser escuchada por todos. Con ellos busco dejar una obra muy valiosa para decir que rodé y morí en esta vida habiendo dejado una enorme huella”, comentó Herrera de la Fuente.

 

Luis Herrera de la Fuente fue organista de la iglesia del Pronto Socorro en Popotla; pianista en Radio Educación y la XEW; maestro de piano en la Escuela Libre de Música y Declamación, además de discotecario en Radio Universidad y en la XEQ; también fue redactor e investigador del Departamento de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes en 1948.

 

En 1945 organizó y dirigió la Orquesta de Cámara de Radio Universidad, en 1951 fundó y dirigió la Orquesta de Cámara de Bellas Artes; en 1957 asumió como presidente de la Asociación Musical Manuel M. Ponce.

 

En 1976 fundó y dirigió la Orquesta Filarmónica de las Américas y en 1992 estableció y presidió la Fundación para la Grabación de la Música Orquestal Mexicana, año en que también fue el director del Festival Internacional de Música de Morelia.

 

Entre las obras de Luis Herrera de la Fuente se encuentran: Sonata para piano y Dos movimientos para orquesta esta última estrenada el 23 de julio con la Orquesta Sinfónica del Conservatorio, después denominada Nacional. Su pieza para ballet La estrella y la sirena que presentó el 22 de enero de 1951 en Bellas Artes.

 

Divertimento núm. 1, Música de ballet, Preludio a Cuauhtémoc, Sonata para cuerdas y la suite Fronteras que estrenó en 1954, en Alemania, con la Nord Deutsche Rundfunk Orchestra. También se encuentra M-30 (en honor al 30 aniversario de la Orquesta Sinfónica de Minería) y Concierto para piano y orquesta que estrenó en mayo de 2011.

 

Otra de las facetas de este autor -retratada en el libro Luis Herrera de la Fuente. Un testimonio de la cultura del siglo XX– es la de escritor, aunque para el artista “no es una tarea en la que haya soltado la mano pero sí un elemento que me obliga al compromiso y estimular el recuerdo”.

 

Su labor incluye artículos diversos que reflexionan sobre la música como logro del hombre, realización de sí mismo, como arte y vida. Uno de estos es el texto Música y vida que aborda la similitud, de los elementos imprescindibles que forman la vida y la música, para él elementos capaces de despertar o producir algo en el alma.

 

Herrera también realizó algunas crónicas para el periódico Novedades, artículos en la revista Tiras de Colores y Nuestra Música, así como Los libros de San Ángel, en donde habla sobre la historia de la música mexicana. Para estos textos realizó todo el proceso creativo, desde la investigación, para la cual tuvo que estudiar paleografía musical.

 

Parte de sus grabaciones se hallan en Música Virreinal Mexicana con la Orquesta de Cámara de la UNAM; La Noche de los Mayas con la Orquesta Sinfónica de Xalapa; Gershwin Rhapsody In Blue con la Orquesta Sinfónica de Minería o Grandes del Romanticismo en México con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí