Tras escapar de una prisión de alta de seguridad, el jefe del grupo criminal cartel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, volvió a convertirse hoy en el narcotráficante más buscado en México.
El capo escapó de la prisión de máxima seguridad el sábado en la noche, por segunda vez en 15 años. En esta ocasión lo hizo a través de un complejo de túneles de más de kilómetro y medio que le llevó a una casa en las afueras del penal del Altiplano, en el estado de México.
Guzmán había protagonizado su primera fuga en el 2001 de la prisión de Puente Grande, en Jalisco, escondido entre la ropa sucia en un carro de lavandería.
El sábado en la noche volvió a escaparse después haber sido capturado el 22 de febrero de 2014 en un operativo en Mazatlán, un sitio de veraneo muy popular en su estado natal Sinaloa, tras haber permanecido 13 años en la clandestinidad.
Su aliado Ismael «El Mayo» Zambada, que se supone tomó las riendas del Cartel de Sinaloa mientras «El Chapo» estaba tras las rejas, también se encuentra prófugo.
La lista de los tres más buscados la completa Nemesio «El Mencho» Oseguera, jefe de la violenta organización delictiva Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerada actualmente una de las mayores amenazas a la seguridad del país.
En el penal del Altiplano, donde Guzmán protagonizó su espectacular fuga, están recluidos varios de jefes o lugartenientes de los grupos criminales más peligrosos del país.
Militares y policías de México capturaron en lo que va de año a varios de estos capos.
El pasado mes a Rubén Oseguera, hijo del líder del cartel de Jalisco Nueva Generación y señalado como el segundo al mando de la organización.
También soldados y policías federales capturaron a Omar Treviño Morales, líder del sanguinario cartel de Los Zetas.
Servando Gómez, líder de los Caballeros Templarios, conocido como «La Tuta», fue arrestado en la occidental ciudad de Morelia en febrero, luego de que policías siguieron a un mensajero del grupo de personas que lo apoyaba hasta la casa donde se encontraba.