Con aval del gobierno entra al mercado nacional leche adulterada; salud y economía son omisos

0
101

En México el 60 por ciento de la leche que se comercializa está adulterada. Contiene ingredientes como suero, leche en polvo, grasas vegetales, proteínas, vitaminas y minerales.
Esto es fraude que el gobierno federal solapa y se refleja en efectos contrarios a la economía de los consumidores y productores del alimento, por una competencia desleal favorecida por las secretarías de Economía y Salud.
Álvaro González Muñoz, presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, denunció lo anterior y dijo que, en un recorrido por las tiendas de autoservicio, se corroboró que existen a la venta diversas fórmulas lácteas que se comercializan como «leche enriquecida» y a precios similares a los del producto genuino.
Obviamente, dijo, en entrevista, sin ninguna garantía de sanidad de la Secretaría de Salud y menos que la Secretaría de Economía haga lo propio con la calidad.
«Es un desorden que cuesta a quienes consumen ese tipo de basura líquida, miles de millones de pesos», afirmó el dirigente González Muñoz.
Bajo el principio de mostración y promoción de este mercado que es ilegal a todas luces, añadió, los consumidores –en gran parte desconocedores de que se trata de productos adulterados—lo ingieren a riesgo de sufrir intoxicaciones.
Un ejemplo de esta poca responsabilidad de «gente sin escrúpulos» de ganar dinero a toda costa, ocurrió hace pocos años en China, donde la adulteración de productos lácteos desencadenó la intoxicación y muerte de infantes por la adición de «melamina» a la leche, con la diferencia de que en ese país asiático, los responsables «fueron al patíbulo».
Señaló el dirigente de los productores de leche que, hasta el año 2000 se mantenía una importación de leche en polvo y sus derivados —en particular quesos, yogures, cremas y sueros, entre otros—por 156 mil toneladas, pero en los últimos doce años esas compras al exterior se dispararon hasta 618 mil toneladas, equivalentes al 50 por ciento de la demanda nacional de esos alimentos.
La consecuencia de no apoyar –por parte del gobierno— a los productores nacionales, se refleja en la desaparición de 640 mil productores medianos y pequeños; un millón 500 mil vacas se han ido al rastro; la pérdida de un millón de empleos directos, y 16 mil millones de pérdidas que han asumido los productores en los últimos quince años.
Los productores de leche, finalizó, estamos esperanzados de que, con el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto, podamos recuperar el camino de la productividad, de la dinámica económica y volver a tener confianza en el gobierno federal y sus instituciones.