Alguna vez, hace muchos años, por lo menos 130, todos los ríos de Puebla, el país y el mundo estaban limpios, transparentes, cristalinos, pero vino la industrialización, el crecimiento de la gente, y acabaron con ellos.
La contaminación de los ríos empezó cuando se hizo la primera fábrica, la primera industria, cuando los seres humanos dieron muestras de cambio tecnológico, cuando crearon sus primeras máquinas, cuando dejaron el aceite para alumbrarse y descubrieron la electricidad, desde entonces.
Hoy, más de 130 años después, los ríos son usados para descargar aguas contaminadas que la llamada civilización moderna genera en sus procesos de producción de todo.
Pongamos por ejemplo, la industria automotriz manda a los ríos las aguas contaminadas que resultan de sus procesos de producción, son muchos millones de litros d agua contaminada lo que son canalizados a los cuerpos de agua.
Los mismo hacen las demás industrias y los municipios cuyos drenajes van a dar a los ríos.
Hoy hay mucha tecnología capaz de frenar la contaminación del agua, pero no se aplica, hay leyes que prohíben la contaminación de los ríos pero no se respetan, la contaminación sigue y cada vez volúmenes mayores.
Para hablar sólo de los ríos del estado de Puebla, no existe uno solo que esté limpio, todos tienen niveles de contaminación, uno están ya muertos, ya no es agua la corre en ellos, son desechos industriales y municipales, ya ni estudios se necesitan para saber los niveles de contaminación, es veneno lo que corre por los cauces.
¿Qué dicen las autoridades de esos ríos mortalmente contaminados? Pues nada ¿qué dicen las dependencias encargadas de su protección? Pues nada ¿qué dicen los ciudadanos y sus organizaciones? Tampoco nada, ¿que dicen las universidades que saben tanto de esto? Pues nada, hablan de muchas cosas menos del grave problema de contaminación.
Nadie hace nada, el gobierno y sus dependencias está metido en otras actividades, los legisladores cobrando puntuales sus buenos sueldos, las empresas ganando mucho dinero con la venta de sus servicios y productos, la sociedad está en muchas cosas pero menos en la protección de sus ríos, bosques y recursos naturales.
A nadie le interesa cuidar el vital elemento, pero sí lo exige porque lo necesita con urgencia, y los desperdicia cuando le llega en buena cantidad. Sociedad consumista, sólo eso, consumista, sin la menor formación para cuidar los recursos.
En Puebla capital, se anunció en esta administración municipal el proyecto de sanear y rescatar el río Atoyac, los funcionarios firmaron el proyecto, de esto ya tiene muchos meses, pero no se ven acciones, no se ve nada, a la administración ya le queda muy poco para irse.
Sanear el Atoyac parece sencillo y tan complicado a la vez, pero sólo se necesita una cosa: dejar de contaminarlo, sólo eso.
Lo único que se necesita es que las empresas que hoy depositan agua contaminada dejen de hacerlo, que en adelante sólo envíen aguas tratadas, que los municipios que mandan aguas contaminadas hagan lo mismo, así de sencillo.
Se necesita que a su vez los ciudadanos cumplan con lo suyo, no arrojando basura en los ríos, cuidando el medio ambiente.
Para que tengamos una sociedad responsable se necesita un cambio de actitud y es lo que no tenemos, lo que tenemos es una sociedad consumista, más preparada sí, pero sumida en el consumismo.
Para que las empresas dejen de contaminar se necesita también que cambien de actitud, que sean empresas ecológicamente responsables, que inviertan en equipos, en plantas de tratamiento, que capaciten a su gente en el tema para que sean responsables.
Los ayuntamientos, sus autoridades, necesitan estar en el mismo canal, instalar las plantas de tratamiento para dar un segundo tratamiento a las aguas que se supone vienen ya tratadas.
Así entre todos sí es posible no sólo sanear el Atoyac, el Alseseca, la presa de Valsequillo, sino todos los ríos del estado de Puebla, si todos estamos dispuestos hacer los cambio, se podrá.
No se necesita de leyes, se necesita de un cambio de actitud en todos, no se necesite un garrote para castigar al que no cumpla, se necesita un cambio de actitud en todos.
Aquí entra el tema educativo, es primordial, básico, hay que formar mejor, haya que formar desde el preescolar hasta la universidad, hay que formar nuevos ciudadanos.
Pero para que haya un cambio educativo antes debe haber un cambio de sistema, de modelo político y económico, se necesita un buen modelo que genere un buen gobierno, un gran gobierno.
Ese proyecto de gobierno de sanear el Atoyac es sólo una buena intención, pero en la actúal estructura educativa casi privatizada y en un modelo de libre mercado, eso no es posible.
El modelo es el obstáculo a todo, es el principal destructor de todo, sus líderes son enemigos de la ecología, son amigos de los negocios, el modelo lleva a la destrucción, las pruebas son evidentes.
El Atoyac, el Alseseca y todos los ríos de Puebla y de México serán saneados cuando haya un mejor modelo económico, en este modelo jamás, lo que hace es destruir y acabar con todo. El modelo empresarial no es ecológico, es de negocios. El Atoyac y todos los ríos de Puebla y de México seguirán esperando que las cosas cambien.