Retomando algunas obras inspiradas en la literatura y la poesía, la temporada de danza contemporánea Amplio espectro presentará el trabajo de grupos dancísticos que van iniciando su carrera, explicó Isabel Beteta, directora del Centro Cultural Los Talleres.
«Es una temporada quizá extrema porque se borran los límites y se abre de nuevo el planteamiento de hacía dónde vamos, y lo más importante cuestionarnos por quién y para qué lo hacemos», explicó.
Acompañada por los coreógrafos que presentarán al público sus trabajos dancísticos, Beteta anunció que del 10 de agosto al 9 de septiembre el programa reunirá proyectos artísticos inspirados en la literatura, la poesía y vivencias personales que se expresarán a través del cuerpo, la música y la danza.
Abrirá la temporada Mujeres de mi generación… o sesenta y pico, creada por la artista de origen argentino Mirta Blostein, basada en el poema de Luis Sepúlveda Las mujeres de mi generación.
La puesta, que se presentará del 10 al 12 de agosto, será un estreno y está relacionada con el parteaguas que realizaron las mujeres el siglo pasado, con un cambio y revolución. «Se trata de recuperar la lucha de las mujeres y la capacidad de vivir la vida», indicó Blostein.
Agregó que su obra entrelaza el texto con danza para cerrar con un texto de su autoría, «porque entre danza y danza salen también poemas y aparecen las palabras en movimiento».
Para el tercer fin de semana de agosto hará uso del escenario la compañía Germinal Cuerpo Escénico, que interpretará Transmutación, bajo la dirección de Jonathan Maldonado, quien explicó que la propuesta surgió después de vivir la experiencia de ser padre.
«Quería decir algo muy personal, me hice padre de familia y responder creativamente era la manera de no caer en el sistema, la vida de soltero es muy fácil pero al tener encima una posibilidad de esa magnitud ya no lo es».
Señaló que en su propuesta, una dramaturgia teatral inspirada en Final de partida de Samuel Beckett, habrá teatro físico, danza, expresión corporal, gesto, y palabra. «Somos filósofos corporales que trabajamos con resonancia», apuntó.
Indicó que la obra, a presentarse del 17 al 19 de agosto, no cuenta una historia en sí. «Es una puesta abierta, ese es su propósito, pasa de un fenómeno neurótico a algo en colectivo, con la posibilidad de trascender e ir más allá de lo que se está pensando, todo sustentado en el cuerpo».
Del 25 al 26 de agosto, tocará el turno de la compañía Colectivo InQurique dirigida por Itzel Flores, primera alumna egresada del Diplomado de Vinculación dancística profesional, impartido por los bailarines Javier Romero e Isabel Beteta en Los Talleres.
Flores compartió que interpretará un programa de cuatro obras cortas: Ninis, que refleja un poco de «perdición» juvenil y deja abiertas preguntas como: ¿qué pasa conmigo? ¿Qué tiene que hacer el individuo para que la vida valga la pena aún sin tener lugar en una escuela o trabajo?; En otras latitudes, que habla sobre la migración de los hombres, situación de las mujeres solas y su replanteamiento a su vida. «Un poco de danza lírica, para cambiar el significado y readaptamos a ciertas cosas», anunció.
Los integrantes de la compañía también interpretarán Cunas de evasión, que surgió al entrenar circo, y en pensar lo tedioso y pesado que es el trabajo repetitivo. Presentará una disertación coreográfica que harán perder a los intérpretes el rumbo de lo que desean en la vida. «Tantas repeticiones deben llevar a una reflexión porque de lo contrario estamos fritos.
La directora de Colectivo InQurique, que estará en el Centro Cultural los Talleres del 24 al 26 de agosto, apuntó que la cuarta obra, Buscando culpables, surgió como una obra anecdótica con la necesidad de mostrar algo con cierta responsabilidad ciudadana. «Es fácil culpar al sistema pero tenemos una responsabilidad como personas que no asumimos, con la obra buscamos que el ciudadano se responsabilice de su propia vida», afirmó.
El 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre la compañía Colectivo Fresco presentará la obra Las cosas no son (sino) lo que son, integrada por tres piezas: Instrucciones para hacer una obra de danza, Instrucciones para llorar e Instrucciones para construir un relato.
Su directora Anabella Pareja explicó se trata de una trilogía de ficciones que investiga las palabras, las imágenes, los objetos y sus diferentes interpretaciones cuya intención es acercar al espectador al disfrute escénico. «Es una obra con un poco de semiótica que se traduce en cuerpos y acciones, en la que se hace uso de la palabra como un código que todos tenemos».
Cerrará la temporada el coreógrafo Nery de la Palma, con la obra Fragmentos, a presentarse del 7 a 9 de septiembre, inspirada en algunos de los poemas de Jaime Sabines, mismos que leyó después de una ruptura amorosa. Abordará historias de amor, pasión y entrega y en ella se presentará texto, proyecciones, y música variada.