La rosácea es un padecimiento que se desarrolla en la piel y se le conoce como dermatitis acneiforme; los síntomas de esta enfermedad son muy similares a los del acné.
La rosácea es frecuente en adultos de piel blanca, es un problema cutáneo crónico que afecta la cara y se caracteriza porque las mejillas o la nariz se ponen de color rojo, así lo expuso la dermatóloga Yara Lucila Soriano Hernández, del Hospital General Regional No. 36 “San Alejandro” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla.
Aunque las causas de este padecimiento se desconocen, se le relaciona con una bacteria que permanece en el estómago, con ciertos parásitos y con la predisposición genética.
La rosácea inicia normalmente con la manifestación en la cara con pequeñas lesiones y enrojecimiento; después se extiende y se ve la cronicidad de las lesiones; en una etapa muy avanzada existe crecimiento de la nariz y de párpados.
Para diagnosticar la enfermedad, se debe de realizar una exploración física, utilizando un dermatoscópio o una lupa; también se realiza una biopsia de piel para establecer diagnósticos diferenciales, ya que este se puede confundir con acné.
El tratamiento se basa en evitar consumir bebidas calientes, alcohol y picante; la utilización de la vitamina A, el empleo de antibióticos, la aplicación de metronidazol tópico, el uso de medicamentos inmunomoduladores, protector solar y a nivel quirúrgico el manejo del láser.
Para finalizar, la doctora Soriano Hernández, enfatizó que el IMSS ofrece tratamiento dermatológico para quien así lo requiera, por lo que recomienda acudir con el especialista ante cualquier lesión desconocida en nuestra piel y así evitar complicaciones.