Dentro de los festejos por el 70 Aniversario de La Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, se inauguró el 11 de abril La contemplación del caminante: dibujos de viajes y pinturas del paisaje, muestra del pintor mexicano Nicolás Moreno (1923-2012).
El evento contó con la presencia de sus hijos, Alejandro y Alicia Moreno, quiénes destacaron el legado que su padre dejó en la historia de la plástica mexicana.
Eloy Tarsicio López, director de la ENPEG La Esmeralda, fue el encargado de recibir a los asistentes y explicó la doble función que la muestra posee, ya que por un lado se detalla lo que el artista le quiere decir al espectador y por otro, la manera en que el artista articula su discurso y cómo elabora un contenido que va más allá de lo que una personada pueda comprender.
Alicia Moreno intervino en la inauguración con la lectura de una nota escrita por la doctora Elisa García Barragán, directora Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, donde Barragán subraya su admiración por el maestro y celebra su quehacer artístico: “Tiene algo más que talento, pues también posee como vértebra la disciplina, el trabajo y el valor. Recorrió sin cansancio la casi totalidad de la república mexicana, viajó a otros países, capturó exitosamente diversos panoramas; paisajes tan mexicanísimos, los enormes magueyes, las cactáceas más espectaculares, y aquella vegetación tanto arisca como heroica”.
Muchos fueron los críticos de excelencia que se acercaron con elogioso beneplácito a su obra, entre otros el Dr. Atl y el poeta Carlos Pellicer, quién en varias ocasiones no pudo menos que exclamar halagos hacia los dibujos de Nicolás: “y al salir de una de las exposiciones de Nicolás, me dolieron los ojos de tanto caminar”.
Un trabajo que pasaba de lo ominoso a lo radiante, que acentúa la presencia humana y su contacto con la naturaleza; Moreno siempre enseñó con el ejemplo, y la sensibilidad que le aportaba a sus pinturas exaltaba su permanente creatividad.
La exposición se conforma por 15 pinturas y 26 dibujos del fallecido artista, obras que sitúan al paisaje y actividades de la vida diaria como protagonistas. Asimismo sobresalen cuadros como El año del Otoño, La casita y los llorones, Después del rayo, El Gólgota y Catemaco.
La obra de Nicolás Moreno habla de un tiempo en donde las cosas se veían de otra manera, define testimonios de antaño que detallan lo que a primera vista resulta difícil percibir. Retrata su pasión por la naturaleza de lo cotidiano, plasmando diversos paisajes del país, desde las inmensas tierras de cultivo y los cerros, hasta las selvas, bosque y ríos.
Entre sus trabajos más conocidos se encuentran los tres murales que realizó para el Museo Nacional de Antropología e Historia: Valle de Teotihuacán en la prehistoria, Paisaje de Juchitepec y Valle del Mezquital.
Destaca también en su carrera la doble trayectoria que forjó, conjugando el arte con la docencia; además de ser profesor de La Esmeralda a mediados del siglo pasado, también impartió clases en otras instituciones durante más de 40 años.
En entrevista para Conaculta, Alejandro Moreno afirmó que el legado que su padre dejó en la pintura mexicana se resume en dos aspectos “El primero es la reafirmación a partir de la necesidad de hacerle notar al pueblo que el paisaje es muy importante para conocernos a nosotros mismos. Y el segundo es el reflejo a través de una obra como un testimonio de la sociedad mexicana”.
“Es necesario sensibilizar y a su vez utilizar lo obtenido para poder usarlo a nuestro favor, ya que hoy en día, la sociedad no capta muchas cosas que se observan en los cuadros de mi padre” puntualizó el también pintor.
La muestra Nicolás Moreno, La contemplación del caminante: dibujos de viajes y pinturas del paisaje permanecerá abierta al público dentro de la galería principal de la ENPEG La Esmeralda del 12 al 26 de abril.