Debido a que cada año la pérdida forestal en el mundo se estima en 7.3 millones de hectáreas, lo que equivale a 20 mil hectáreas por día, la educación se convierte en un factor determinante para preservar los bosques, al concienciar a la población sobre los riesgos ambientales que esto representa, señaló Miguel Ángel Valera Pérez, profesor investigador del Departamento de Investigaciones en Ciencias Agrícolas, del Instituto de Ciencias de la BUAP ( DICA-ICUAP).
El académico afirmó que la educación puede enseñar a las próximas generaciones lecciones no aprendidas en el pasado: “Con esta información, los niños estarán más conscientes de los problemas que pueden enfrentar en el futuro cuando se conviertan en líderes”.
A finales de la década de los años 70, explicó Miguel Ángel Valera, en diversas regiones del país las comunidades locales se organizaron y lograron un cambio radical, por lo que los recursos forestales comenzaron a ser administrados por las comunidades y ejidos.
Así surgieron empresas forestales comunitarias que generaron empleos permanentes y destinaron parte de las ganancias a obras de beneficio común, como escuelas, clínicas y agua potable.
En la actualidad, indicó, alrededor de 12 millones de campesinos e indígenas viven en comunidades asentadas en bosques y selvas en México, pero sólo 2 mil 400 ejidos en todo el país instruyen sobre una explotación racional de estos ecosistemas para conservar la enorme riqueza biológica que albergan, a través del denominado Buen Manejo Forestal Comunitario (BMFC).
La mayoría de estas comunidades están asentadas en los estados de Durango, Michoacán, Chihuahua, Oaxaca, Puebla, Jalisco, Guerrero y Quintana Roo.
“Gracias a su esfuerzo más de 7 millones de hectáreas forestales se encuentran custodiadas y vigiladas, por ende se reduce significativamente el cambio de uso de suelo forestal, el deterioro de los bosques, la tala ilegal, los incendios, las plagas y el cambio climático”, afirmó.
Hoy, gobierno, empresa y ciudadanos comienzan a reconocer la importancia de servicios vitales que los bosques suministran, principalmente liberación de oxígeno, dijo.
Para finalizar, el investigador del DICA del ICUAP señaló que entre las acciones que los ciudadanos pueden realizar para contribuir a salvaguardar los bosques son evitar la compra de productos hechos de piel de animales silvestres, usar papel reciclado, reducir el consumo de agua y de energía, así como reciclar y reutilizar tantos materiales como sea posible.