La ausencia de saliva es causante de múltiples afectaciones en los seres humanos entre ellos mayor producción de caries, enfermedades periodontales, reduce el gusto, afecta la masticación y la fonación, señaló Hortencia Chávez Oseki, responsable del Laboratorio de Fisiología de la Facultad de Estomatología de la BUAP y líder del cuerpo académico de Ciencias Básicas y Diagnóstico de esta unidad académica.
La estudiosa de esta secreción, quien incluso ha desarrollado diversas publicaciones, indicó que debido a factores como la presencia de cáncer o el consumo de medicamentos, disminuye la producción de saliva.
«Cuando hay radiación a pacientes en caso de cara y cuello, o ante el consumo de medicamentos como antihipertensivos, se reduce de manera importante el flujo salival, situación que se presenta hasta en el 40 por ciento de pacientes por encima de 50 años», indicó.
Chávez Oseki, reconoció que la sociedad en general poco sabe de la importancia de las glándulas salivales, así como de las disfunciones que genera la ausencia de este flujo, que pueden ir desde dificultad para deglutir o dolor intenso en la mucosa bucal hasta la reducción de la capacidad bactericida y protectora, dando origen a la presencia de enfermedades.
Abundó que la saliva integra diversas funciones de defensa relacionadas con el recubrimiento de tejidos, lubricación, humidificación y remineralización del diente, así como actividad antiviral, inmunológica, antibacterial y antifúngica, y de digestión, al aportar enzimas digestivas.
La especialista, dijo que la resequedad bucal predomina a partir de los 50 años de edad y afecta seriamente la calidad de vida, «provoca entre otros síntomas, sensación de boca seca, sed frecuente, dificultad para hablar, para comer alimentos secos, dificulta llevar prótesis, genera dolor e irritación en las mucosas, o bien sensación de quemazón en la lengua».
Agregó que se estima que la boca está humedecida por la producción de litro y medio de saliva al día, cantidad variable, ya que va disminuyendo conforme avanzan los años y debido a diferentes causas
Chávez Oseki abundó que además de sus actividades protectoras, la saliva es útil para el diagnóstico de diversas enfermedades, como el padecimiento de caries, candidiasis, fibrosos quística, presencia de bacterias como helicobacter pylori, de hepatitis, rubéola, sarampión, entre otras.
Dio a conocer que de acuerdo a estudios realizados por docentes que cultivan las ciencias básicas orientadas a la estomatología, la saliva es una alternativa para el diagnóstico o para monitorear la evolución de determinadas enfermedades.