La celebración del día de muertos en México se remonta a la época prehispánica, cuando las civilizaciones mesoamericanas de acuerdo a su herencia cultural, idiosincrasia y entorno regional, desarrollaron elaborados rituales, ceremonias y costumbres funerarias en torno al culto a los muertos; se creó un complejo código de elementos y simbolismos, que permearon en todos los niveles de la sociedad y cuyos testimonios materiales, escritos y orales son un legado invaluable para todos los mexicanos.
Con la llegada de los conquistadores españoles, este tipo de fiestas se fusionó con las creencias ibéricas, para dar lugar a una celebración con un profundo sentido religioso, pero con una esencia social y popular de enorme arraigo desde los tiempos de la Colonia, situación que se vio reforzada con el trabajo del grabador José Guadalupe Posada, quien con la creación de su universo satírico y popular de las calaveras, sintetizó la herencia prehispánica y la tradición española en torno a la muerte, para contribuir a satisfacer la necesidad de tener una identidad nacional.
El amplio y variado espectro de elementos que la conforman, resultan en la actualidad casi inseparables, como la presencia de calaveras de azúcar con ojos de papel brillante, el pan de muertos, las calacas móviles, los juguetes y miniaturas populares con esqueletos, el papel picado, los altares y ofrendas, así como las llamadas «calaveritas literarias» que son versos populares breves, por lo general satíricos y burlones mediante los que se ironiza sobre algún individuo o personaje al cual van dirigidos.
La Directora de Museos del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Puebla (CECA), Fernanda Matos Moctezuma comentó que se trata de una celebración con sello y personalidad propia, con altos valores patrimoniales que debe enorgullecer a todos los mexicanos; por ello es de suma importancia promover acciones afines como la exposición Al fin que para morir nacimos, que se inaugura este 26 de octubre, a las 17:00 hrs. en Museo San Pedro. Además abrirán sus puertas al público dos muestras más, una sobre Cerámica Funeraria en la que se mostrarán objetos típicos como sahumerios y candelabros de barro vidriado negro, del Barrio de La Luz, de Aquixtla y policromo de Izúcar de Matamoros, Huaquechula y Amozoc; la otra muestra se denomina Miniaturas de Panteón presentadas en forma de maquetas, que muestran escenas cotidianas y los tipos costumbristas que es común encontrar en los camposantos.
Esta actividad se complementa con el evento Mujer y Muerte. Catrinas Vivientes 2012, de Ricardo Vidal y Alex Pulido. Ambas muestras estarán abiertas a partir del 26 de octubre, en la Sala de Música de Museo San Pedro y permanecerán en exhibición hasta el 25 de noviembre del año en curso. Horario y días de visita, martes a domingo, 10:00 a 17:00 hrs. Estas exposiciones no tendrán costo alguno para el visitante.