Está absolutamente claro que los poblanos le dieron la espalda a Blanca Alcalá, se diga lo que se diga, es evidente que los habitantes de la cuidad que mal gobernó, hasta hace apenas 17 meses, le negaron el voto y la rechazaron en las urnas en los cuatro Distritos Electorales que conforman el municipio de Puebla ello constituye un claro signo de que en el municipio los electores la rechazan; que reprueban la forma en que mal gobernó al municipio; y, que reprueban que mediante tráfico de influencias no haya rendido cuentas del cuantioso desvío de recursos en que incurrió.
Como candidata al Senado obtuvo 31 mil 909 votos menos de los que obtuvo en el 2007 cuando fue electa presidenta municipal de Puebla, a pesar de que en esta ocasión en la Lista Nominal hubo 70 mil 525 nuevos electores y no obstante la escandalosa compra de votos que hizo el PRI con lavado de dinero público.
Hemos denunciado, una y otra vez, las irregularidades; los excesos; y los robos que cometió. Sin embargo, las autoridades responsables de que rinda cuentas han sido omisas en su obligación.
Hace unos días, el Diputado Mario Gerardo Riestra Piña, Presidente de la Comisión Inspectora, declaró que una vez que pasara el proceso electoral del uno de julio, se daría a conocer el dictamen definitivo de las cuentas públicas de Blanca Alcalá, pero que mientras tanto se continuaría trabajando en su revisión. Pues bien, el proceso electoral ya finalizó y es hora de qué, antes que obtenga el amparo del fuero constitucional, la ex presidenta municipal rinda cuenta de sus actos; o ¿qué esperan para aplicar la Ley?
Otros legisladores locales, declararon recientemente que en caso de que no se termine de revisar las cuentas públicas antes de que Blanca Alcalá asuma el cargo de Senadora y en caso de que se encuentren irregularidades, el Congreso del Estado podría proceder a desaforarla; lo cierto es que las irregularidades están a la vista y prolongar el tiempo de revisión sólo pareciera un pretexto para que prevalezca la impunidad, en el delito de lavado de dinero público.
Por elemental congruencia, no puedo hacer como que nada pasó. He formulado denuncias públicas y ante las autoridades correspondientes: Desde el Acta de Entrega Recepción, en mayo de 2011, hasta la del día 15 de junio de 2012, relativa al despilfarro de recursos públicos en la construcción del Mercado de Sabores. Hemos dicho que:
1.- Del 15 de febrero de 2008 al 14 de febrero de 2011, la administración de Blanca Alcalá manejó, a discreción, un presupuesto de 8 mil 805 millones 441 mil 241 pesos.
2.- Que en promoción de imagen personal; arrendamiento de bienes muebles e inmuebles; asesorías; consultorías y capacitación; y en adquisiciones, gastó de manera irresponsable el dinero de los poblanos, cuya cantidad alcanzó los 2 mil 209 millones de pesos.
3.- También denuncié que benefició con contratos en lo oscuro a grupos afines al PRI; que realizó pagos muy distintos por trabajos iguales; así como pagos por alrededor de 9 millones de pesos al Auditor Externo, C.P. David Nieto, por su complicidad en el despilfarro; quien por cierto, continúan en el padrón de auditores externos del OFS.
4.- Evidencié el supuesto destino de recursos a obra pública que ascendió a $2 mil 071 millones 207 mil 506 pesos; de los cuales sólo se licitaron $816 millones 180 mil 710 pesos, monto que apenas representó el 39.4% del total. La situación más crítica es que las pocas obras que se ejecutaron fueron caras, mal hechas e innecesarias.
Un ejemplo muy claro, entre muchos otros, de las irregularidades con las que se ejecutaron las obras son las relativas a la construcción del Parque Bicentenario Laguna de Chapulco en las que surgieron serias deficiencias. El costo ascendió a $132 millones 310 mil 821 pesos, pero sólo se licitó un monto de $58 millones 845 mil 71 pesos; quedando $73 millones 465 mil 750 pesos sin licitarse. Hecho que explica la forma deliberada de fraccionar la obra, con el doble objetivo de: aumentar el costo y asignarla de manera directa a sus familiareas, cómplices y amigos.
5.- Presenté evidencias sobre el caso del Mercado Gastronómico, llamado El Mercado de Sabores, por cuyas obras cargó al erario municipal la suma de 103,776,886.87 con un procedimiento sumamente oscuro.
Denuncié, ante el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Puebla, la manera en que Blanca Alcalá “le puso su negocio” al Hotel Puebla de Antaño, con la construcción del estacionamiento subterráneo a un costo de 42 millones de pesos, donde el Hotel sólo aportó 21 millones y el Ayuntamiento los otros 21.
En respuesta, hemos recibido oficio de parte del Dr. Davíd Villanueva Lomelí, titular del Órgano Fiscalizador Superior del Estado de Puebla en el que, entre otras consideraciones, nos manifiesta que:
… de ser procedente lo señalado, se tomará en consideración, siempre que ello no contravenga las obligaciones de este Órgano de Fiscalización Superior.
Así, tenemos que no se trata de un asunto concluido ni mucho menos. Seguimos demandando que se rindan cuentas y que se transparenten las cifras. Que no haya impunidad y que se sancione a quien se deba de sancionar. Lo hemos dicho y hoy lo reitero, no se trata de borrón y cuenta nueva. Tampoco se trata de hacer como que nada pasó. Aunque en materia de fiscalización y rendición de cuentas, todo sigue igual que en el marinismo: no se hace absolutamente nada!
Está muy claro que la Ley no aplica igual para todos: en Puebla quien comete un delito es un delincuente; cuando en Puebla, nadie debería estar por encima de la Ley.
Apenas este 23 de julio de 2012, el mismo Presidente de la Comisión Inspectora, a pregunta expresa respecto al dictamen de la cuenta pública de Blanca Alcalá, declaró que no hay prisa; que habrá dos sesiones más en las que dicha Comisión podría emitir un juicio, al tiempo de negar que se use al OFS como garrote político. Los medios informaron que de manera extraoficial se sabe que dicho dictamen emitido, en primera instancia, por el OFS tiene carácter aprobatorio. Esto indica que le podrían estar confeccionando un “traje sastre” a la medida, por lo que sería muy grave que el Órgano Fiscalizador estuviese actuando, como instrumento de mediación para el intercambio de favores políticos.