Washington.- El presidente estadounidense, Barack Obama, reiteró hoy su condena a los actos violentos que tuvieron lugar en Baltimore, Maryland, tras la muerte de un afroamericano, y prometió que visitará esa urbe cuando sea factible.
Desafortunadamente hemos visto estos asesinatos o muertes de jóvenes negros de forma demasiado frecuente y es obvio que todo el mundo comience a reconocer que no se trata de incidentes aislados en Ferguson o Nueva York, tenemos problemas mucho más complicados, señaló el mandatario.
En declaraciones al programa radial «The Steve Harvey Morning Show», Obama señaló que una visita suya actualmente sería desacertada pues su presencia allí generaría un movimiento de fuerzas y recursos que ahora necesita la ciudad para controlar la situación.
Baltimore llamó la atención nacional e internacional tras la muerte el pasado 12 de abril del joven negro Freddie Gray, de 25 años, quien sufrió severas afectaciones en su columna vertebral y otras heridas mortales cuando estaba bajo arresto policial.
Tras sus honras fúnebres este lunes comenzaron los disturbios que se generalizaron por una parte considerable deesa metrópoli, acciones que fueron reprimidas por las fuerzas del orden.
Grupos defensores de los derechos civiles exigen a Obama que implemente una política a nivel nacional en respuesta a acciones de brutalidad policial que se esparcieron por todo el país en los últimos meses.
Entretanto, a pesar de que las escuelas reabrieron sus puertas este miércoles, las tensiones siguen altas en Baltimore, después de que anoche varios grupos de manifestantes fueron reprimidos por las fuerzas policiales que patrullan la ciudad.
Estas unidades intentan mantener el orden y garantizar el toque de queda impuesto de 22:00 horas (local) hasta las 05:00 horas.
Las autoridades tomaron otras precauciones para reducir las aglomeraciones de personas durante esta semana y decidieron que el equipo local de béisbol, los Orioles, jueguen este miércoles con los Medias Blancas de Chicago en el estadio Camden Yards, sin la presencia de público, hecho que tiene lugar por primera vez en la historia de ese deporte.
Por otra parte, el gobernador del estado de Maryland,Larry Hogan, -quien trasladó su oficina para esa ciudad- y la alcaldesa Rawlings-Blake, recorrieron los vecindarios más dañados por los disturbios y coordinaron detalles sobre la extensa operación que se lleva a cabo en toda la urbe.
Alrededor de dos mil soldados de la Guardia Nacional ocupan posiciones en la zona, así como más de 400 policías y otras fuerzas de ciudades y condados cercanos, además de que se esperan otros refuerzos de los estados de Pennsylvania, Nueva Jersey y el Distrito de Columbia, donde radica la capital estadounidense.
Según el diario The Baltimore Sun, cerca de 240 personas fueron arrestadas entre lunes y martes, incluyendo 34 jóvenes, período en el cual fueron incendiados 144 vehículos y 15 edificios públicos y privados.