PGJ Y SSP de San Andrés Cholula, corrupción y contubernio.
Hace un año elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de San Andrés Cholula realizaron un paro de actividades en rechazo a los malos tratos y abusos del titular Gabriel Bonilla Rosas, quien además exigía cuotas a los elementos de la uniformada.
Tan graves eran los abusos y fuertes las cantidades de dinero que Bonilla Rosas ponía como condición para que los uniformados subieran a patrullas que éstos tuvieron necesidad de presentar una denuncia en la Agencia Especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos.
Sin embargo, a los 20 uniformados denunciantes les dijeron que les llamarían para ratificar la denuncia, nunca los citaron y la dependencia a cargo de Víctor Antonio Carrancá Bourget, quedó como comparsa asociada a los supuestos delitos de Bonilla Rosas.
Ante esto, la Contraloría municipal citó uno por uno a los denunciantes y así, con el tiempo, uno a uno los despidieron, incluidas las uniformadas que padecieron acoso del Secretario, cuando los despidieron les leyeron a cada uno la misma declaración que hicieron ante la PGJ, es decir, la dependencia estatal entregó copia de la declaración de cada uno de los denunciantes al denunciado, lo que generó delitos que deben investigarse, ha, sólo que tendría que investigarse la PGJ a sí misma.
Ya pasó un año y los abusos continúan, por día, cada elemento de patrulla entrega 500 pesos diarios y de mil a mil 500 por elemento a la quincena, lo que orilla a los uniformados a extorsionar todos los días a los ciudadanos, y lo peor de todo es que el alcalde Miguel Ángel Huepa sabe todo esto, y si arguye que no lo sabía pues es peor, tanto como que niegue de forma irresponsable que estos abusos existan.