Alrededor de 300 personas oriundas de San Bernardino Chalchihuapan, perteneciente al municipio de Santa Clara Ocoyucan, denunciaron de manera pública la agresión de que sufrieron el día de ayer a manos de los caciques del municipio y partidarios del edil José Cuautle Varela, y pidieron la intervención del Arzobispo Víctor Sánchez Espinoza.
Al mediodía de este lunes, unos 300 pobladores de San Bernardino se reunieron en el parque del Carmen y marcharon hacia la Mitra, para darle a conocer al Arzobispo la agresión que 200 porros llevaron a cabo en San Bernardino y que dejó como saldo 50 personas lesionadas.
Arturo Hernández Otero, uno de los lesionados por los porros ayer, señaló que desde hace ocho años un grupo de caciques se apoderó del salón de la Iglesia, construido con el esfuerzo de la gente pobre del municipio, y que ahora el vicario Gustavo Sánchez Pérez, apoyado por el munícipe de Santa Clara Ocoyucan, José Cuautle Varela, quiere convertirlo en una iglesia para la gente rica.
«Es imperante que las autoridades estatales y las eclesiásticas intervengan para resolver este problema ya que de lo contrario podrían haber muertes, porque en la agresión de ayer -domingo- a los partidarios del edil no les importó que hubiesen mujeres y niños al momento de comenzar a agredirnos», señaló Juana López Vázquez, mayordoma de la capilla del Santo Niño de Atocha.
«No es la primera vez que denunciamos este atropello ante el gobierno estatal, por lo que esperamos justicia», afirmó Arturo Hernández Otero.
Finalmente, después de tres horas de manifestación, personal del arzobispado se comprometió a que el día martes los fiscales de la iglesia de San Bernardino serán atendidos y se llegará a algunos acuerdos.