Las piezas El malcomido, de Eduardo Ángel Aguilar Vázquez; Ángel mestizo, de Juan Pablo Contreras, y Son de mar, de Edgar Adán Ramírez Mora, resultaron ganadoras del primer Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara, cuyo fallo fue presentado la noche de este jueves 4 de diciembre en el Centro Cultural Roberto Cantoral.
Debido a la calidad de los trabajos recibidos, el jurado, encabezado por el compositor Arturo Márquez, otorgó Mención Honorífica a las obras Son istmeño, de Sabina Covarrubias Acosta, y Bambuco nocturno, de Arturo Alfonso Flores Barragán.
Convocado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional y el Patronato del Centro Cultural Roberto Cantoral, el certamen busca reconocer la trayectoria artística del creador sonorense y contribuir a la consolidación de la trayectoria de los jóvenes compositores de música mexicana de concierto menores de 40 años.
“Es un concurso que está abriendo realmente las puertas a una nueva creación de la música en México”, destacó Arturo Márquez, quien dijo no recordar un premio similar en el país, por lo que se trata de una gran oportunidad para que las obras que conjugan los mundos clásico y popular sean cada vez mejor recibidas y aceptadas.
“Siento que le debemos a esta tierra que pisamos que la música que hacemos tenga que ver con nosotros. Es importante la experimentación, todos participamos en ella, pero también debe ser parte de nuestra tierra y el mundo académico”, agregó.
En representación del presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, y de la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, Sergio Ramírez Cárdenas, subdirector del INBA, celebró la iniciativa del concurso, pues aseguró que la música refleja siempre la cultura de un país y de un pueblo.
“México es un país sumamente rico en cuanto cultura y expresión musical se refiere, tenemos música huasteca, oaxaqueña, jarocha, el danzón, el corrido norteño, la chilena guerrerense, en fin, tenemos gran cantidad de manifestaciones artísticas populares.
“Se premian tres obras que retoman esta tradición y la llevan a una forma de expresión con música de concierto que permite no sólo darle nuevos colores, sino llegar a nuevos y distintos públicos”.
Además del maestro Arturo Márquez, el jurado estuvo conformado por Javier Álvarez, Gerardo Tamez y Leonardo Coral, quienes eligieron las obras ganadoras de entre 41 piezas, a partir de un lenguaje musical arraigado en el contexto popular, factor esencial del concurso.
Como parte de la velada, el público asistente a la sala del Centro Cultural Roberto Cantoral de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), tuvo oportunidad de escuchar las piezas galardonadas por la Orquesta del Festival Artístico de Otoño, bajo la dirección de Jesús Medina.
El concierto inició con la obra El malcomido, del joven oaxaqueño Eduardo Ángel Aguilar Vázquez, de 23 años, en la cual la fiesta, el baile y el canto son los ejes fundamentales, para continuar con Son istmeño, de Sabina Covarrubias Acosta, donde realiza una fusión de música tradicional con nuevas tecnologías.
El relato del viaje que hizo el arpa desde España hasta México quedó plasmado en la obra Ángel mestizo, del jalisciense Juan Pablo Contreras Palomar.
Luego de un breve intermedio siguió el turno de Bambuco nocturno, de Arturo Alfonso Flores Barragán, inspirada en un ritmo colombiano de gran arraigo entre los trovadores yucatecos, y Son de mar, del defeño Edgar Adán Ramírez Mota, obra que representa una evocación al mundo prehispánico y la nostalgia por las costas de nuestro país.
La presentación culminó con De sol a sol, del compositor Arturo Márquez, pieza que tiene su origen en la tenacidad de las clases sociales que laboran por la subsistencia durante todo el día.