Las plantas forman parte esencial de nuestra vida al estar presentes en los alimentos, en ciertos medicamentos e incluso en los hogares u oficinas como ornamento, indicó Lucina Marín Torres, responsable del área de Horticultura del Jardín Botánico «Ignacio Rodríguez de Alconedo» de la BUAP.
Señaló que uno de sus primeros usos fue en la salud, pero a pesar de que la medicina ha evolucionado, las plantas medicinales prevalecen en las grandes ciudades.
Las especies más antiguas son el áloe vera, presente en determinados productos cosméticos; el opio también llamado adormidera, como su nombre lo indica sirve como sedante, pero es mortal si se consume en grandes cantidades, e incluso la marihuana tiene propiedades medicinales.
Antes las especies vegetales que tuvieran alguna característica en particular se seleccionaban por observación, por ejemplo los eucaliptos al ser tóxicos impiden que otras plantas crezcan a su alrededor o los hongos que para detectar cuáles son venenosos se prueban; posteriormente se realizaron pruebas de error y se memorizaron los datos. En la actualidad se tienen diferentes fuentes para comprobar esta información.
Comentó que la vegetación ha disminuido considerablemente, por lo que se debe tener cuidado con lo que va a sembrar, porque principalmente en las ciudades no se respeta la distancia entre las plantas como es el caso de los eucaliptos que requieren espacios amplios.
Además los cambios climáticos han afectado los ciclos de cultivo, «en Puebla las precipitaciones disminuyeron el año antepasado, pero aumentó la media pluvial el año pasado».
En este sentido «el Jardín Botánico Universitario se da a la tarea de investigar qué especies vegetales se deben conservar, mismas que deben de ir acorde con el entorno urbano», informó Marín Torres.
Una solución para combatir estos inconvenientes es cultivar especies nativas de la región, «porque son más resistentes a los cambios del medio ambiente».
Por otra parte expresó que los usos de las plantas han evolucionado, puesto que sirven para fabricar herramientas como los mangos de hachas y martillos, usos que todavía continúan. Por ejemplo una especie vegetal que se aprovecha al máximo es el maíz: «es la base de más de 500 platillos, entre pastel de elote, tortillas, tamales y chilatole; es utilizado para el ganado, como fuente de biocombustible, en la fabricación de techos y en la división de espacios».
Las plantas también se emplean en la aromaterapia, además son el objeto de estudio de la floricultura y horticultura, concluyó.