Realizan Jornada de Diversidad Religiosa por la No Discriminación

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En México la diversidad religiosa crece, se expresa de formas nuevas, y enriquece a la sociedad pese a las dificultades que entraña. A su vez, va redefiniendo la multiculturalidad y transformando el concepto histórico de mexicanidad, que estuvo centrado  en que el país se conformaba de personas, grupos y  prácticas homogéneas. Esta es una de las posturas que se planteó durante la inauguración de la Jornada por la Diversidad Religiosa: Diálogo y No Discriminación.

En el evento organizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), el Centro de Estudios Ecuménicos  A.C., el Observatorio Eclesial y la organización Iglesias por la Paz con Justicia y Dignidad, se planteó que en México se han colocado a las minorías religiosas en una situación de discriminación respecto a la mayoría religiosa. Asimismo se dialogó sobre diversas perspectivas que posibilitan la inclusión religiosa en todos los espacios, así como sobre los esfuerzos que deben continuar para garantizar igualdad en el ejercicio de los derechos y la protección de todas las personas independientemente de la religión que profesen, o si no lo hacen.

Como primera actividad, Ricardo Bucio Mújica, presidente del Conapred, presentó los resultados de Diversidad Religiosa de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Enadis) 2010, dentro de los que destacó que el 26 por ciento de la población en el país considera que no se respetan los derechos de las personas no católicas, percepción compartida con el mismo porcentaje al obtener las respuestas de integrantes de minorías religiosas.

Indicó también lo alarmante que representa que el 24.2 por ciento de las personas revelen que no permitirían que en su casa vivan personas de otra religión, percepción de intolerancia compartida con un 23.2 por ciento de personas pertenecientes a minorías religiosas que tampoco estarían dispuestas.

Sin embargo, consideró Bucio Mújica que hay una percepción alentadora para la inclusión, ya que el 70.3 por ciento de las personas encuestadas consideraron que es positivo que la sociedad esté compuesta  por personas de diferentes religiones, factor que debe contribuir a modificar percepciones como la persistente que significa que el 12.7 por ciento aún justifique expulsar de una comunidad a alguien por no ser de la religión que sigue la mayoría.

En tanto, Gustavo Mohar, subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), informó que en el país hay siete mil 653 asociaciones religiosas registradas ante Secretaría, de las cuales 40 por ciento son católicas.

El subsecretario consideró que debemos repensar como nos sentimos en la sociedad con la otredad y con el hecho mismo de la discriminación religiosa, ya que este tema ha sido motivo de intenso debate, ya que, dijo, estamos viviendo en medio de una globalidad, migraciones inmensas y comunicación instantánea que influyen en el rol de las religiones y como se diversifican.

“No podemos dejar de destacar la conectividad que hay entre México como un país de migrantes y México como un país religioso, en donde 11 millones de mexicanos se han llevado en su mayoría la religión católica para practicarla o modificar sus creencias”, dijo el subsecretario.

En su oportunidad, la académica Judit Bokser dijo que “hoy por hoy la democracia es un sistema que nutre el pluralismo y están incluidas las minorías en el quehacer nacional”, por lo que resulta evidente, señaló, que la igualdad no radica en la semejanza, sino en la plena aceptación de la otredad, de la diversidad de quienes no comparten nuestras características.

La académica dijo que la Enadis 2010 del Conapred muestra la intolerancia que se genera al vivir en cercanía social, no sólo en un espacio físico, sino en el entorno, ya que suele ser  motivo de conflicto durante la convivencia cotidiana. Se piensa que los espacios más cercanos son los que protegen y cuidan, y sin embargo encontramos datos que nos llaman la atención y muestran que no es así, explicó.

Dijo también que la relación del Estado con la religión se debe construir con respecto a los derechos, y debe tener como resultado garantizar la libertad religiosa y de conciencia.

A su vez, Alberto Hernandez Hernández, académico del Colegio de la Frontera, indicó que en tan solo cuatro décadas, pero subrayadamente en las últimas tres, la religión junto con los procesos sociales que genera y particularmente  los actores que la constituyen, ha desempeñado un activo papel en la estructuración de la práctica social.

Agregó que “las rutas de difusión y la migración son elementos fundamentales en el cambio religioso en el país, esta transformación se debe a factores multicausales y no solo determinados por el tema migratorio. Las redes familiares y los vínculos sociales locales y regionales han jugado un papel importante en la diversificación de las preferencias religiosas”.

Sobre la Enadis 2010, consideró que representa un esfuerzo útil y necesario para dimensionar el impacto social y cultural de las diferentes preferencias religiosas en México y constituye un instrumento útil para la comunidad académica interesada en identificar este fenómeno.

Durante la Jornada se llevó a cabo una mesa de diálogo representantes religiosos y religiosas como Isabel Resano de la comunidad Budista y Casa Tibet en México, Sebastián Mier de la Iglesia Católica, Javier Ulloa de la Iglesia Evangélica y Bautista, Jacobo Gutiérrez de la iglesia Cristiana la Luz del Mundo, Luis Pérelman de la Comunidad Judía y la Tribuna Israelita, y Omar Weston de la comunidad Musulmana y Centro Islámico de México. En una segunda etapa participaron especialistas como Hortensia Granillo del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, Elio Masferrer de la asociación Latinoamericana para el Estudio de las Religiones y Jesús López Lobato del Foro Intereclesiástico Mexicana.