Los arboles son un excelente medio para lograr un equilibrio en el clima que tienen las ciudades, donde las grandes concentraciones de zonas habitacionales, comerciales e industriales, pero sobre todo, el alto porcentaje de vehículos que circulan por sus calles, provocan un incremento en la temperatura.
Para contribuir en dicho equilibrio a través de la reforestación, el Jardín Botánico Universitario (JBU) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el próximo 12 de julio, Día del Árbol, donará especies de encinos, para que las personas que tengan espacio en su casa o bien en jardines de su colonia o fraccionamiento los puedan sembrar.
«Pero sobre todo, lo que queremos es que los cuiden para que puedan crecer altos y fuertes y no sólo den oxigeno a la ciudad, sino también una buena sombra y contribuyan a la imagen urbana», señaló la Maestra Amparo Bélgica Cerón Carpio, responsable de las áreas de Pteridofitas y Educación del JBU.
Aclaró que los encinos, especies que se reproducen en este jardín universitario, requieren de espacios si no muy grandes, sí adecuados porque pueden llegar a medir hasta 20 metros de altura, son excelentes en la ciudad porque su raíz es profunda y no levanta el pavimento, además de ser árboles muy vistosos y que son nativos.
Para festejar el Día del Árbol, se invita a las personas que deseen conocer el JBU que se encuentra en Ciudad Universitaria, a una visita guiada que se llevará a cabo de las 10:00 a las 11:00 horas, donde se mostrarán las diversas especies de árboles, plantas y flores que tiene este espacio verde, que se ha convertido en un pulmón importante de la ciudad.
Podrán, dijo la Maestra en educación, apreciar cuales son los árboles nativos de de la ciudad de Puebla y otros que se han introducido y adaptado para que cuando quieran reforestar los elijan, como es el caso del cedro blanco, los fresnos y los colorines.
«Los arboles en general nos proporcionan varios beneficios como que el clima sea agradable en la ciudad, porque ayudan a equilibrar la temperatura, favorecen la captación del agua de lluvia y recarga de los mantos freáticos; son excelentes barreras para minimizar el ruido, además de que limpian el aire que respiramos», finalizó la especialista.
