Turismo, la gran opción para Puebla
El estado de Puebla al ser un entidad interior del país es obvio que carece de mar y playas (en un inicio el territorio poblano llegaba hasta el Pacífico), atractivo que buscan los visitantes de país y el extranjero. Sin embargo, el estado tiene con qué atrapar visitantes, sólo se necesitan políticas de gobierno favorables.
Si éste y los gobiernos que vienen atienden la ecología del estado, si atienden los recursos naturales, si atienden el campo, en un primer plano, estarán asegurando el turismo, la ola de visitantes, los que están deseosos de ver paisajes naturales, ríos limpios, cascadas, especies animales, bosque, comunidades, producción agrícola y pecuaria.
El turismo está vinculado a la ecología y el aspecto agrícola, pecuario y forestal, el visitante no busca precisamente ciudades, ni centros comerciales, busca la tranquilidad, lugares alejados del contaminado medio urbano, buscan oxígeno limpio, contacto con la naturaleza.
Si el turista busca una ciudad es por lo pasado, por su vieja arquitectura, por eso el turismo que llega a Puebla capital tiene por objetivo recorrer el Centro Histórico, sus casonas coloniales, la catedral y sus iglesias, sus viejos barrios, quieren degustar su gastronomía.
Por esto es fundamental que este gobierno estatal y municipal y los que le sigan, apliquen políticas y programas tendientes a proteger lo que queda del Centro Histórico, son cientos de edificios coloniales los que han sido derribados en los últimos cien años con el permiso y tolerancia de los mismos gobiernos, basta recorrer cualquier calle del centro para corroborar la destrucción del patrimonio histórico, si se observa , en muchos casos sólo quedan la fachadas de los edificios, como por ejemplo el de la 2 sur y 9 oriente en donde se construyó el museo, el INAH permitió que derribaran el edificio.
En 1979 el Centro Histórico de Puebla fue declarado patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO, por la destrucción que ocurre es muy probable que ese título sea retirado.
Si sigue este ritmo de destrucción el Centro Histórico se perderá definitivamente en menos de 70 años, quizá el único patrimonio que siga sea la catedral.
Pero hablamos de turismo, de visitantes. La Ciudad de Puebla es visitada por su centro histórico y su gastronomía, al visitante no le interesa la Puebla moderna, ni sus centros comerciales, eso lo tienen en sus lugares de origen, al visitante le interesa lo pasado en materia de arquitectura, pintura, escultura, etc.
Cuando el visitante ha recorrido el Centro Histórico de la capital pasa a retirarse, se va a otros estados, a las playas del Caribe Mexicano, a las del Pacífico, por eso se dice que es un turismo de paso, no permanece ni una semana en la capital.
Es aquí en donde las políticas institucionales deben trabajar para retener al turismo, para esto se requiere que la riqueza del estado sea protegida, debe haber leyes que protejan todo, como por ejemplo la región Izta-Popo, la región de la Malinche, la región del Citlaltépetl o Pico de Orizaba. Estas son regiones eminentemente turísticas, con mucho potencial a pesar de la depredación y destrucción de que han sido objeto en los últimos cincuenta años.
La Sierra Norte está llena de de sitios naturales que deben ser destinos turísticos: Cuetzalan, Chignahuapan, Zacatlán, Zacapoaxtla, Zapotitlán, Teziutlán, Huauchinango, Xicotepec, son sólo algunos de los municipios con alto potencial turístico.
En la región norte del estado deben cancelarse los proyectos mineros e hidroeléctricos porque vendrían a dañar los recursos naturales, a dividir a los pueblos, a contaminar el agua, y acabar con el turismo.
Otro atractivo en el estado, sobre todo en la Sierra Norte son los grupos étnicos, los que pesar de las agresiones que reciben con los elementos modernos que les llegan, se mantienen, conservan en lo que pueden su lengua, costumbres y tradiciones. Los grupos indígenas son también un atractivo turístico, cuando dejen de serlo, cuando sus leguas y costumbres se agoten, todo habrá terminado.
Si el gobierno de Puebla y de los municipios le apuestan al turismo, los beneficios serán incalculables, no solo porque se captarán recursos mayores a cualquier otra industria o actividad, sino porque se conservará lo vital: la vida, se arraigará a las comunidades, se consolidará la producción agropecuaria.
Vamos apostándole al turismo, pero de verdad, con buenas políticas de gobierno, nos conviene a todos.
