La calabaza, brócoli, espinacas, acelgas y chícharos son algunas de las verduras de hoja verde que muchos evitan al consumir alimentos, ya sea por su color, sabor, olor o consistencia, sin embargo, de acuerdo con Araceli Hernández Gómez, nutrióloga del Hospital General Regional No. 36 “San Alejandro” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, estos vegetales contienen vitaminas y minerales que ayudan a la circulación sanguínea, la digestión, el funcionamiento de los riñones y el hígado.
La especialista comentó que su color verde se debe al alto contenido de clorofila, rica en magnesio el cual sirve para eliminar y depurar toxinas de nuestro organismo.
Explicó que contienen una gran cantidad de calcio que se absorbe a nivel intestinal, además que aportar hierro, sin embargo, no se considera una fuente esencial de éste, pues el hierro que contienen los vegetales de fruta verde no se asimila como el de los productos de origen animal, por ello lo ideal es la combinación de colores que va ayudarnos a que actúen mejor los nutrimentos.
“Se deben mezclar verduras verdes con verduras de color fuerte como el betabel y la zanahoria para hacer la combinación perfecta”, dijo.
Recomendó además consumir dos raciones de vegetales verdes al día lo que ayudará a mejorar la visión, prevenir las cataratas, el cáncer de mama, de próstata, además de posibilitar la eliminación de bacterias nocivas del estómago y fortalecer los huesos.
Los vegetales y frutas de color verde ayudan a la digestión ya que contienen fibra y previenen problemas de estreñimiento, obesidad, diabetes, colesterol e hipertensión; además, aportan agua, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Finalmente, la nutrióloga Araceli Hernández Gómez recomendó preparar cremas de calabaza, zanahoria, brócoli, chícharos para empezar a incluir éstos alimentos en la dieta familiar.