1.- Decía Adolfo Ruíz Cortines uno de los probos presidentes de la República que hemos tenido (Cárdenas, Díaz Ordaz, Echeverría, Zedillo), «al pueblo tócale designar a sus alcaldes». «A los gobernadores sus diputados». «Al Señor Presidente a sus diputados y senadores».
2.- No mencionaba el ¿cómo hacer? A los gobernadores, pues en esos años todavía hasta Díaz Ordaz, existía una meritocracia (no el ya merito). Donde el alcalde, se pasaba al terminar su periodo, a diputado local. Al fenecer su representación – si brillaba – íbase a la diputación federal. Si, aprobaba, al senado, y culminaba a los sesenta y pico de gobernador, imitando lógicamente a las grandes exitosas corporaciones de negocios o gobiernos, donde el mérito, la abnegación por las tareas, el cumplimiento de los compromisos generales están sobre los personales.
3.- Los actuales diputados locales no fueron designados por «su gobernador». Los escogieron sus partidos mediante los grupos de poder ahí existentes, todos – y no hay infamia alguna – sirven a «su gobernador»,
toda vez que hasta hoy (21-III-2013), parece ser el único proveedor de iniciativas de ley, pues si de ellos han nacido algunas, han sido anónimas, no nacidos de:
a).- Talleres de creación de legislativa ciudadana.
b).- De foros abiertos a los diferentes estamentos de la producción de bienes o servicios por medio de sus cámaras, federaciones o emisiones.
c).- De vinculados entre sí, entes educativos superiores.
d).- De académicos brillantes de las diez mil universidades poblanas, y especialmente jamás han sido convocados dignamente.
e).- Los grandes capitalistas locales, nacionales o internacionales aquí asentados para decirles ¿Dónde les apoyamos legislativamente?.
Como ciudadano del común voy a proponerle al diputado local y al federal de mi domicilio, que proponga la creación de una «Ley de continuidad de la Obra Pública, Programas, Proyectos, Diagnósticos, Análisis y Estudios, hasta su culminación», pues la corrupción nacional obliga a buscar el 10% del porcentaje dando obra nueva dejando tirada e incompleta la anterior.
La productividad se mide en Andorra, en Mónaco, en Lichjstein, o en Chichiguas capital de «Chichiguas la Grande», sumando eficacia más eficiencia. Traducción: Bien hecho. Entregado en tiempo. A los costos de producción más baratos. Creado bajo diseño innovador. ¿Son productivos los congresistas locales?.
* Asesor de IDEAS, ONG – Internacional.
cesarmusalemjop@hotmail.com