Debemos sentirnos orgullosos de la BUAP, una universidad abierta y moderna: EAI

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No es casual que la BUAP sea la única entre las mega universidades en haber obtenido por tres años consecutivos el Premio a la Excelencia Académica: es el resultado de haber hecho las cosas bien, dijo el Rector Enrique Agüera Ibáñez, quien consideró que los universitarios debemos sentirnos orgullosos de la Institución, hoy transformada en una universidad abierta y moderna.
Durante su gestión, prácticamente todas las unidades académicas se han visto beneficiadas con obra nueva y adecuación de espacios físicos. Tal es el caso de la Facultad de Contaduría, donde su licenciatura en Contaduría Pública forma parte del Padrón de Alto Rendimiento del Centro Nacional de Evaluación de la Educación Superior A.C. (Ceneval), y cuenta además con la calificación Nivel 1 de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES).
En esa unidad académica hay una matrícula de casi 4 mil alumnos, el 84 por ciento de sus profesores tienen posgrado, el 35 por ciento perfil deseable PROMEP, existen cinco cuerpos académicos –uno consolidado, tres en consolidación y uno en formación-, y además de la licenciatura se imparte la maestría en Administración y Contribución.
En los últimos años, Contaduría Pública se ha beneficiado tanto en obra nueva como en remodelación de espacios físicos y en equipamiento. Entre la obra nueva, se encuentra la construcción de la vialidad que da acceso al estacionamiento, módulos de baños para mujeres y hombres, una cancha deportiva multifuncional y la cafetería.
Mientras que en remodelación y adecuación de espacios físicos, se enlistan las oficinas de la prefectura, del posgrado, de servicio social, de los cuerpos académicos, de la sala de lectura Jaime Velasco y de la secretaría de investigación.
En cuanto al equipamiento para que los alumnos tengan condiciones óptimas para el aprendizaje, en las 78 aulas que existen en la Facultad de Contaduría se instalaron video proyectores y computadoras, y se cambió el mobiliario de la Biblioteca Alfonso Vélez Pliego, así como de los salones de clases.