Al sonido de un par de baquetas y el tronar de los dedos, los integrantes de la Bandim llegaron al escenario del auditorio del recinto del Conaculta. Ya en sus lugares, el director invitado subió al escenario para tomar su batuta e iniciar el concierto con una de las obras maestras del inglés Gustav Holst escrita exclusivamente para banda: Primera suite en mi bemol.
Sin perder un solo detalle de la presentación, el público que llenó el lugar, integrado por niños, jóvenes y adultos, escuchó la segunda interpretación de la tarde que consistió en la composición del holandés Jacob de Haan: Variación en azul.
En la interpretación de Danza Bacanale, del francés Camille Saint-Saëns (con arreglos de Leigh D. Steiger), los integrantes del ensamble mostraron total seguridad y maestría que les fue reconocida con continuos aplausos.
La música de cine también tuvo lugar en el repertorio que presentó la Bandim, a través de un fragmento de la banda sonora de la película Gladiator, escrita por el alemán Hans Zimmer, uno de los más productivos y reconocidos compositores cinematográficos, con la que estallaron los aplausos y bravos tras una intensa interpretación.
Sin un descanso de por medio, el concierto continuó con El cuarteto de jazz para trompetas y banda (Four of a Kind)de Jack Bullock, apreciado especialista en la enseñanza de los metales. Y el mundo del jazz se haría presente en el repertorio con la música de George Gershwin, con arreglos de Warren Baker, con la que de nueva cuenta serían ovacionados.
Un ambiente más relajado y de fiesta llegaría con el arreglo de Víctor López, Carnaval Latino, con el que los músicos de la banda jugaron con sus instrumentos e hicieron olas al interpretar fragmentos de las canciones: Conga de Gloria Estefan; La bamba, canción tradicional mexicana, y el éxito internacional de Ricky Martin Living la vida loca.
El ambiente de fiesta ya no desaparecería en el concierto que tendría su carga de emotividad con la interpretación de la obra orquestal más difundida, conocida y querida de José Pablo Moncayo, el Huapango.
Al terminar la interpretación los asistentes ovacionaron de pie al ensamble integrado por 100 músicos de entre 11 y 17 años seleccionados de las diversas bandas afiliadas al Sistema Nacional de Fomento Musical del Conaculta.