Es imposible encontrar en el cine la realidad: Andreas Dresen

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El realizador Andreas Dresen, ganador del Oso de Plata en el Festival de Berlín en 2002 y la Coup de Coeur en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes en 2008, está en nuestro país para participar en una retrospectiva con lo mejor de su propuesta cinematográfica organizada por la Cineteca Nacional del Conaculta y el Instituto Goethe en México, en el marco de la 11ª. Semana de Cine Alemán en México.

Seres nocturnos, La policía, A media escalera, Verano en Berlín, En las nubes, Whisky con vodka, Henryk, desde la última fila y su más reciente filme, Alto en el camino, considerada la mejor película alemana del 2011, conformarán la retrospectiva dedicada a quien han calificado como «el cineasta alemán más relevante de su generación».
Perteneciente a un grupo de cineastas preocupados por reflejar la vida cotidiana en Alemania, Dresen (1963), se ha destacado por historias profundamente humanas en donde, en ocasiones, la improvisación de los actores y una sensación semi documental forman parte de su propuesta.
«Mis películas en su respectivo género están muy claramente definidas porque hay ciertas cosas que se pueden presentar a manera de ficción y otras sólo como documental. Es imposible encontrar en el cine la realidad, con un poco de suerte uno puede encontrarse con la verdad en el cine, pero si uno quiere encontrarse con la realidad es mejor abrir la ventana. Mis trabajos son ficción, pero es cierto que uso una tecnología y métodos provenientes del documental con la meta de presentar al fin y al cabo una ficción».
Reconoció que su propuesta cinematográfica ha evolucionado luego de comenzar su carrera en 1989, año simbólico para Alemania con la caída del muro de Berlín.
«He tratado de contar de manera diferente y más compleja, me he abierto más a ciertos elementos del documental, luego empecé a experimentar con la improvisación y con el trabajo con actores no profesionales para mis largometrajes. Todo eso son ciertos movimientos y tendencias hacia una representación de la realidad en la pantalla».
Dresen aseguró que el elemento del humanismo es importante en su trabajo al contar historias de seres humanos con todas sus contradicciones.
«Tengo fe en el ser humano y la persona, eso tal vez tiene que ver con mi educación socialista en la Alemania oriental, dentro de la cual el ser humano estaba en el centro, en igualdad y justicia. Ese fue el deseo o el ideal de ese régimen, desgraciadamente lo que quedaba al final de la RDA era sumamente lamentable, pero esa idea sí me marcó y se sigue expresando en mis películas».