“Hay que buscar un diálogo con el escucha, la radio es conversar”: Omar Rincón

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Para el ensayista y periodista colombiano Omar Rincón, todo comunicador debe hacer tres cosas:” primero, pensar con la propia cabeza, tener qué decir y ganarse la escucha”.

En una charla amena, divertida y fuera de solemnidades, el periodista presentó la tarde de hoy viernes 5 de octubre la conferencia magistral “Los formatos de la radio: todo está por contar”, como parte del programa académico de la 9a Bienal Internacional de Radio en el Teatro de las Artes del Cenart.

Rincón fue contundente: La radio está demasiado formol-izada. “Tiene formol, huele a naftalina, por eso la gente busca otras opciones. Uno oye una estación y ya escuchó todas, siempre lo mismo: noticias, entrevistas y músicas”.

Aseguró que se atraviesa por una crisis en la que más que contar historias, la radio se apoya de efectos sonoros, no hay relato, se padece pocas temporalidades y por lo tanto, no hay conversación.

Sin embargo, a pesar de los aspectos negativos a los que se une la poca potencia narrativa y seducción estética, reconoció que la radio es el medio más popular, más latinoamericano y más político.

A través de una conferencia diseñada como una pequeña película conformada de relatos, el académico ofreció algunas propuestas entre las que se encuentran repensar la radio, los discursos y evitar las narrativas utilizadas y repetidas desde hace 20 años.

“Hay que recuperar la cultura de escucha para contar historias. Escuchar implica paciencia, es duro, puede ser aburrido, pero hay que practicar la escucha, no sólo exigir ser escuchados”.

Agregó que hay que inspirarse en nuestras oralidades y practicar lo popular. “No hemos entendido que lo popular y la cultura no se basa de la producción de conocimientos sino de reconocimientos”.

Por lo tanto, consideró que es importante que los escuchas se sientan identificados con la programación: “Hay que provocar las ciudanías celebrities, donde caben todos los acentos, todas las tonalidades, donde la gente tiene derecho de hablar de lo que quiera, la radio genera con la voz una nueva comunicación e identificación”.

Destacó que el valor social de la radio está en la conversación y la conexión que genera por lo que hay que ir más allá de lo educativo, la información, el arte y la conciencia.

“El primer objetivo de la radio debe ser narrar bien, hacer conversación compañía, así podemos educar, el primer objetivo es narrativo de formato”.

Por ello, dijo que el libreto radial es un atentado hacia el propio medio que tendría que fomentar más la espontaneidad, y sí una planeación de hacia dónde se quiere conducir al  oyente.

“Hay que practicar las sensibilidades en la estética y narrativa, no en la temática. Cada época tiene su sensibilidad y forma de narrar. Cada historia tiene su forma de ser contada y hay que descubrirla”.

Concluyó que hoy lo que importa es producir experiencias, pasar del medio y el creador/autor, por una figura en la que cada uno es el medio, el productor, o el curador que le da ritmo a la sociedad.