Las Normas de Información Financiera (NIF) son la esencia de la preparación del contador público, ya que «tienen que ver con la preparación de estados financieros, su interpretación, administración de una empresa y regulaciones fiscales, por lo que es la parte básica para reflejar los estados financieros», expuso Felipe Pérez Cervantes, Presidente del Consejo Emisor del Consejo Mexicano para la Investigación y Desarrollo de las Normas de Información Financiera (CINIF), A.C.
Al participar en el XVII Simposium de Contaduría Pública y II Internacional, que realizó la Facultad de Contaduría Pública de la BUAP, comentó que las Normas de Información Financiera «son un conjunto de conceptos normativos generales y normas particulares establecidos por el CINIF, que regulan el contenido de la información financiera».
Indicó que todas las compañías deben aplicar las NIF mexicanas, incluso las pequeñas empresas, excepto las que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, ya que éstas utilizan las NIF internacionales.
Debido a que el mundo de los negocios es dinámico, surgen nuevas normas siendo importante regularlas; «en cambio otras se modifican para llegar al concepto de convergencia con la normatividad internacional o reflejar aspectos en el cambio de los negocios».
Abundó que las NIF mexicanas surgieron por «la necesidad de que los estados financieros sean comparables, cumplir con requerimientos técnicos y de sustancia. Antes de que existieran hace 50 años, se hacía lo que cada uno quisiera, prestándose a dar información falsa y no comparable».
Posteriormente, detalló que el marco de la emisión de las NIF consta de 12 pasos, entre ellos, la elaboración de agenda de proyectos, asignación de proyectos, recopilación y análisis de información, auscultación, hasta su promulgación y difusión.
El especialista dijo que los principales impactos de aplicar estas normas son la eliminación de los efectos de la inflación, la revaluación de todo o parte del activo flujo, la cancelación de pérdidas y ganancias sectoriales.
Por otra parte, Pérez Cervantes mencionó que los usuarios requieren información útil y confiable, en donde el juicio profesional está vigente en el momento en que se deciden valores de desecho o en una cuenta por cobrar, por lo que la contabilidad, valga la redundancia, incluye un cierto grado de subjetividad objetiva.
Finalizó su intervención citando las Normas de Información Financiera que se aplicarán en 2013, 2014 y 2015, por ejemplo el reconocimiento de ingresos y arrendamientos.