México D.F.- De acuerdo a un análisis realizado por Arturo Chávez, el mejor entrenador de negocios del mundo, el candidato ganador a la Presidencia de la República Mexicana difícilmente podrá cumplir tres de las promesas de su campaña.
«Los estudios y mi observación en la práctica de negocios, es que cuando una organización e incluso una persona tiene más de 3 metas que cumplir, no logra ni siquiera una de las más importantes, por ello la importancia del enfoque en prioridades», advirtió Arturo Chávez.
El también director de Business Coaching Firm, indicó que cualquier persona que tenga claridad en el enfoque de no más de tres prioridades seguramente logrará las tres; de cuatro a 10, logrará una o dos, y si tiene de 11 en adelante, no obtendrá absolutamente nada significativo. Debe evitarse al máximo la dispersión en las metas sean de un aspirante a un cargo público o el dueño de un negocio.
Ahora, ¿Qué tiene que ver esto con los candidatos a la presidencia? Que los candidatos cada vez que se presentan en un foro, hacen compromisos y promesas para que la gente se entusiasme y se anime a emitir votos en favor de ese candidato, pero difícilmente cumplirá esas promesas de campaña.
Cuando los candidatos se reúnen con los empresarios, les ofrecen 20 soluciones a sus problemas a la generación de empleo, incentivos a la producción, al crecimiento económico, etc.; si van con los estudiantes, hablan sobre su reforma educativa, seguridad o del campo, sin embargo, si hacemos historia y pensamos en los presidentes anteriores, podríamos resumir su gestión en no más de tres logros o descalabros significativos, entonces ¿Por qué empeñarse los candidatos a hablar de tantos temas?
Enfoque y disciplina, son las claves del éxito, para un candidato a la presidencia o para el dueño de un negocio.
¿Cuáles son en resumen las tres áreas a atacar por cada candidato? y ¿Cómo lo lograrán? son las incógnitas que cada candidato a la Presidencia de la República debe considerar como prioritarias para poder cumplirlas, por el bien de todos y sepamos qué podemos esperar.