La tecnología y la globalización se han convertido en las mejores herramientas para la difusión del arte que, en el caso de la música y la danza, son lenguajes universales que están llenos de emociones humanas, aseguró el coreógrafo Philippe Cohen, este 11 de junio de 2012 durante una video conferencia desde Zurich, Suiza.
El artista de origen francés platicó con medios mexicanos sobre su próxima presentación en el marco de la 40 edición del Festival Internacional Cervantino (FIC), los días 19 y 20 de octubre, a las 20:00 horas, y el 21 de ese mismo mes, a las 12:00 horas, en el Auditorio del Estado. En esas fechas, la compañía Ballet du Grand Théatre de Geneve presentará el montaje Glory.
Dicha obra es original del coreógrafo griego Andonis Foniadakis, quien desarrolló esta propuesta dancística a partir de fragmentos de composiciones de Georg Friedrich Händel, entre ellos el coro Dixit dominus, extractos de El mesías, diversas suites y conciertos, además del aria Ombra mai fu.
Cohen comentó que se trata de una propuesta en la que los ejecutantes reaccionan o acompañan la emotividad planteada en los fragmentos del compositor alemán, para crear así una nueva obra, que pone hincapié en los aspectos más positivos y emotivos de dichas composiciones.
«Sin una historia lineal, la obra que, por cierto, fue compuesta por encargo del FIC y que representa la primera ocasión que me presentaré en México, muestra una serie de cuadros que son ejecutados con gran entrega y desarrollo técnico, van provocando diversas emociones en el espectador, todas ellas intensas y, digamos, cariñosas.
«Los fragmentos de las obras de Händel son así, por eso fue elegido para esta coreografía y porque de esta manera se puede establecer una comunicación eficaz con el espectador, pues se trata de lenguajes artísticos universales, que en el contexto actual de la globalización, se ofrecen como la mejor manera de entendernos y conocernos».
En otro sentido, Cohen señaló que tanto para él como para el resto de la compañía resulta muy interesante presentar esta obra en México, en ocasión de un aniversario tan importante para el Cervantino –que se realizará este año del 3 al 21 de octubre–, pues se trata de una fecha relevante y ellos tienen la oportunidad de compartir su trabajo en un país poco visitado por la compañía.
«El desarrollo de la obra es muy sencillo, los bailarines aparecen en escena, primero uno y luego se van sumando otros, dos, tres o cuatro; la música entonces se convierte en un pretexto para el desarrollo de las ejecuciones, forma parte integral de la coreografía.
«De este modo, la obra en general se traduce como una sucesión de emociones, todas ellas positivas pero contrastantes, para lograr así diversos efectos visuales y sensaciones que son percibidas por el espectador como una historia general, fragmentada sí, pero como parte de un todo. De ahí su nombre».