Puebla, entidad pionera en producción de lavanda: Jiménez Merino

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Santa Rita Tlahuapan.- Puebla es el estado pionero en el cultivo de la lavanda en el país, del que se obtienen decenas de productos con valor agregado, y demuestra que el camino para la reactivación del campo es la diversificación de siembras que generen más ingresos a las personas, afirmó Alberto Jiménez Merino, presidente en la entidad de la Fundación Isidro Fabela.
De visita en el Rancho San Martín, en la zona cercana a los volcanes, el también diputado federal atestiguó el éxito del cultivo de la lavanda y sus productos derivados, proyecto que recibió apoyo del gobierno del estado en las pasadas administraciones, cuando Jiménez Merino fungió como titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR).
«Es evidente que se requiere una reactivación del campo, que se requiere elevar la productividad y la rentabilidad y, para ello, se necesitan cultivos que generen más ingresos para las personas», dijo.
Recordó que la lavanda, en sus principales variedades, tiene usos en las cocinas nacional e internacional y utilidades aromáticas, además de ornamentales.
«Dado que es una planta que resiste el frío, pero que se desarrolla mejor en el calor, vemos que en toda la zona de los volcanes es una opción, pero también en la Mixteca, en el trópico seco de Puebla, de Oaxaca y de Guerrero».
El diputado federal priísta narró que ya ha realizado pruebas de cultivo en la Mixteca Poblana, en el municipio de Tehuitzingo, y ha obtenido tres veces más producción que la que logra actualmente en la zona fría.
Jiménez Merino enfatizó que el proyecto de lavanda en este municipio (Santa Rita Tlahuapan), que encabeza Manuel Cossio de la Garza, «es el pionero en el país y el que todos reconocemos… en 2006 se le dio un apoyo importante a través del gobierno del estado».
«Hoy es una realidad y estamos aquí para atestiguarlo, para difundirlo y también para adoptarlo, creo que es el momento de dar el paso hacia la diversificación de la producción», propuso Alberto Jiménez Merino.
Decenas de usos
Frente a la mítica mujer dormida, el Iztaccíhuatl, y camino a la ciudad de México, en Rancho San Martín se inició el cultivo de la lavanda de manera experimental en el año 1997 y ha ido creciendo hasta lograr en la actualidad la reproducción de 16 variedades.
Las plantas se reproducen por medio de esquejes (tomando parte de éstas), a partir de una planta madre, madura, que genera «hijitos».
«La lavanda es una planta ornamental, la puedes tener en tu jardín, y además de eso vas a tener la ventaja de que al cortar las flores vas a tener el aroma. Tiene un perfume que se caracteriza por ser muy relajante, se utiliza en la aromaterapia… para dormir placenteramente… Sirve también para producir lociones y perfumes, al destilarla para sacar el agua florada y el aceite esencial, y también se hacen jabones, sachets (saquitos del aromatizante) y coronas navideñas», describió Manuel Cossio de la Garza, productor y pionero en este rubro.
En Rancho San Martín también comenzó en el año 2006, con el apoyo del gobierno del estado, la destilación propia de los aceites esenciales de la lavanda, aunque también se aprovecha para este fin el romero, el tomillo y algunas maderas.
Cossio de la Garza aseguró que fue el primero en incursionar, en 1997, con el cultivo en forma de la lavanda en el país, «y ya en el año 2000 a 2004, que empezamos a divulgar el cultivo de la planta y gracias al apoyo gubernamental y que nos visitaban los comisariados ejidales, nos fuimos dando a conocer en el campo y Puebla llegó a considerarse el estado lavandero de México, porque iniciamos el cultivo de estas variedades, porque estas plantas no se pueden importar abiertamente, por el Tratado de Libre Comercio (TLC)».
Desde Puebla, dijo, se han llevado plantas a Tlaxcala, Oaxaca, Hidalgo, el Bajío y el norte del país, en donde ya realizan también cultivos y artículos con valor agregado a partir de la planta.
Manuel Cossio de la Garza, aunque es abogado de profesión, lleva 15 años como productor de lavanda y ha conseguido tropicalizar la planta, ya que su terreno se encuentra a dos mil 700 metros sobre el nivel del mar, lo que genera un aceite esencial de mayor calidad.
«El campo mexicano podría aprovechar la benevolencia de la planta y lo productivo que es, ya que no requiere mucha agua. Es una planta perene, ya que dura con buenos cuidados hasta 25 años, y hay muchos terrenos en México en donde se puede sembrar. Considero que es una alternativa que nos va a generar beneficios económicos», finalizó.