¿ Quién ganará la elección del 7 de julio?
Políticamente México es un país de bipartidismo, le está imitando muy bien al vecino del norte en donde desde hace muchos años dos partidos políticos gobiernan y controlan el país más poderoso del planeta.
En México desde hace tiempo la llamada democracia se detiene en dos partidos políticos los que cada vez se van afianzando en el control del país.
Es cierto, hay una tercera fuerza política que aun se mueve, gobierna la capital del país desde hace buen tiempo, sin embargo, pierde fuerza en el resto del país, su líder López Obrador prefirió irse para intentar hacer su propio partido político, con un sueño ya lejano de ganar la presidencia del país.
La llamada tercera opción política, que debería de serlo de verdad para representar y atender las demandas de la mayor parte de la población y los graves problemas del país, está desdibujada, no está cohesionada, ni firme, ni fuerte, ni unida, está en crisis permanente, los intereses de grupo y personales la tienen ahí dividida en mil pedazos.
Esa debilidad de la llamada izquierda favorece sin duda a la llamada derecha representada por los dos partidos hegemónicos, los que como dicen las mujeres, se podrán decir mil cosas pero jamás se hacen daño. Si comparten el poder sólo deben fingir o fingen que son diferentes, con proyectos diferentes, en el fondo coinciden en el mismo proyecto económico y político, los dos son defensores del modelo de libre mercado, los dos defienden las tesis y principios del modelo o sistema económico.
Hoy que inician las precampañas o las campañas adelantadas los dos partidos dicen que son lo máximo, que cuando entren en campaña ofrecerán y darán a conocer sus proyectos enfocado a generar desarrollo y bienestar en los ciudadanos.
Si los próximos presidentes municipales y diputados van a estar en sus cargos cuatro años 8 meses y 17 días, y si se pudiera ver el futuro, se les podría demostrar, que sus propuestas de hoy eran sólo eso, promesas, que nunca cumplieron, estrategias políticas, porque en ese tiempo de gobierno las cosas no sólo no mejoraron sino que se empeoraron, se complicaron para la mayor parte de la población.
O regresemos en el tiempo, vámonos al 2006, por los meses de mayo y junio de ese año el país se llenó de propaganda de los partidos, todos prometieron cambios, trabajar por los pobres del país, crear millones de empleos, apoyar e invertir en el campo, en la educación, salud, seguridad, etc., más de seis años después las cosas en México no están mejor, están peor, las promesas de campaña, de los partidos, de los políticos, fueron sólo eso, promesas.
La derecha gobierna al país, a Puebla, la derecha no piensa en las mayorías, en los trabajadores del campo y las zonas urbanas, piensa en cómo explotar más esas mayorías, en cómo afianzarse más del poder, las pruebas ahí están, más impuestos en todo, más gasolinazos mensuales, más aumentos a la luz, al gas, a la educación, la salud, los alimentos, más armas y más policías, mismos que más tarde ya adiestrados se convierten en delincuentes peligrosos.
La democracia y el sistema mexicano tiene a dos partidos que se reparten el poder, y para disimular democracia crearon instituciones como los organismos electorales, los tribunales electorales, la fiscalía especial de delitos electorales, ¿para qué sirve todo eso si todas maneras ganan los dos partidos hegemónicos? Bueno, por lo menos sirven cómo supuesto árbitro para que los dos partidos se repartan bien el poder.
De modo que ¿ quién va a ganar la elección el 7 de julio? La van a ganar los dueños del poder, así de sencillo. Los dueños del poder tienen sus partidos políticos y sus órganos electorales para auto vigilarse y auto castigarse si violan las leyes que ellos mismos crearon y aprobaron. Así es la democracia de este grande y lastimado país.