Porfirio Díaz fue un destacado militar que participó en la Batalla del 5 de Mayo, que tuvo lugar en la capital poblana, así como en diversos enfrentamientos para derrocar al imperio de Maximiliano de Habsburgo, señaló Fernando Solís Sibaja, alumno del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP.
Durante el congreso Conmemoración del Sesquicentenario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862, que organiza esta unidad académica, explicó la participación de este personaje en la campaña militar del Ejército de Oriente (1862-1867).
En 1863 Benito Juárez ofrece a Díaz la Secretaría de Guerra o el cargo de General del Ejército, pero rechaza ambos cargos, por lo que Juárez decide crear una división que Díaz armaría a su gusto, para encargarse de la salida de su gobierno hacia Querétaro, que después se instalaría en San Luis Potosí por el reciente mandato de Maximiliano.
Durante la lucha por restablecer el gobierno de Juárez, recalcó, Díaz reorganizó el Ejército de Oriente. En 1864 ya con Maximiliano gobernando, es hecho prisionero y trasladado a Puebla, permaneciendo desde marzo hasta septiembre de 1865.
Posteriormente en la Angelópolis se da la famosa «fuga o escape del Colegio Carolino», lugar en el que planea su huída el 20 de septiembre, hecho que se dio con ayuda de sus «compañeros soldados que distrajeron a los guardias para que Díaz lograra escapar por el techo del Colegio Carolino», mencionó Solís Sibaja. Más tarde citó algunas de las victorias de Porfirio Díaz, que indicarían la caída del Imperio.
En su intervención Emmanuel Rodríguez Baca, alumno del posgrado en Historia por la UNAM, destacó la participación de Felipe Berriozábal, gobernador y comandante militar del estado de México, quien se sumó a las fuerzas del Ejército de Oriente.
En el mes de diciembre de 1861, el general Berriozábal preparó sus tropas y solicitó ayuda a todos los habitantes del estado para llevar a la primera autoridad local, todas las armas que tuvieran en su poder para emplearlas en la campaña contra el ejército invasor.
Indicó que esta entidad puso a disposición la División Berriozábal, compuesta de tres brigadas: la primera al mando de Tomás O’Haran, la segunda comandada por Ignacio de la Peña y Barragán, y la tercera al mando de Jesús Andrade.
«Con esta fuerza el estado de México cumplió con la orden del Congreso de aportar un contingente de tres mil hombres para la defensa del país». Las brigadas no eran improvisadas, ya que tenían la experiencia de la Guerra de Reforma.
La ciudad de Puebla fue testigo de las labores de Berriozábal durante la Batalla del 5 de Mayo en 1862 y el sitio de 1863, éstas fueron algunas de sus acciones militares, puntualizó Rodríguez Baca.