Tiembla el medallero, comienza la natación olímpica

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Londres, 28 jul .-El espectacular Centro Acuático tendrá el privilegio desde hoy de poner a temblar el medallero, como escenario de una larga y emotiva sinfonía de azules de la natación olímpica.

Se trata de uno de los deportes emblemáticos de los Juegos Olímpicos de verano, que dispara el medallero y permite visualizar al extraterrestre de Michael Phelps, empeñado en seguir rompiendo récords para su baúl de títulos y preseas.

El gran día es este sábado y el calificativo no es fortuito. Phelps, estadounidense, medirá fuerzas con su compatriota y archirrival Ryan Lochte en los 400 metros estilos, para no hacer esperar a una fanaticada ávida de verlos en acción.

Nadar 400 metros combinados representa una exigencia suprema para los tritones, así que los dos norteamericanos ofrecerán de inicio una perspectiva de sus condiciones físicas actuales en las eliminatorias en horas de la mañana y la final nocturna.

A tal punto ha llegado la popularidad de la reina de las disciplinas acuáticas, que Londres-2012 consolidó la tendencia de regular la presencia de periodistas en las discusiones por el títulos con invitaciones especiales, añadidas a la acreditación.

Por lo pronto ya estoy incluido en la terna de este sábado para apreciar si por fin Lochte deja a un lado su papel de telonero de lujo y se pone el traje de monarca, algo que Phelps va a evitar a toda costa.

El duelo no será el único y en el horizonte el interés mayúsculo apunta a los 200 metros estilos el domingo, con otro protagonista siempre al acecho, el holandés Pieter van den Hoogenband, un veterano que reverdece laureles.

En fin, que el rey Phelps logró ocho de las 12 preseas doradas de su país en la natación de Beijing-2008, a las que se suman otras seis de Atenas-2004. Anda a la caza del primado de la gimnasta soviética Larisa Latynina (18 títulos de 1956 a 1964).

Una ola gigante bien ondulada de 160 metros de largo, techo inamovible de momento en el Acuatic Centre, cobijará a la crema y nata del segundo deporte que más alimenta el cuadro de medallas en las olimpiadas después del atletismo.

César Cielo, una de las principales esperanzas de Brasil y Latinoamericana en la cita olímpica, tendrá que aguardar todavía para la encarnizada batalla de los 50 metros libres, modalidad en la cual ostenta el título olímpico.

En los 100 metros braza, las posibilidades son más reducidas para otra figura del gigante suramericano, Felipe Silva (59,03), quien se enfrenta a los favoritos Brendan Hansen (EE.UU.), en un regreso triunfal a las piletas con un 59,01 segundos de respeto.

Lo mismo de peligrosos se antojan el coloso japonés de los eventos de pecho, Kosuke Kitajima (dos veces doble campeón olímpico en Atenas-2004 y Beijing-2008), y el australiano Christian Sprenger (58,90 segundos).

Por último en los 400 combinados femeninos, Elizabeth Beisel (EE.UU.) es favorita con fuerte rivalidad por parte de la china Zheng Rongrong, mientras Holanda lidera las opciones de escalar el firmamento en la posta 4×100 libres.