Biología-BUAP: XXV Años de enseñanza con alta calidad

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Preparando estudiantes, académicos y profesionistas que investigan, analizan y proponen desde las aulas, laboratorios y trabajo de campo, la Escuela de Biología de la BUAP, única en Puebla y una de las primeras del país por la calidad de su enseñanza avalada por los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) y el Comité para la Acreditación de la licenciatura en Biología (CACEB), cumplió XXV años.

Con reconocimiento nacional e internacional a su calidad educativa y flexibilidad para adecuarse a las exigencias de los cambios, contribuye a través de proyectos de investigación y formación de recursos humanos, en la búsqueda de solución a problemas científicos, sociales, productivos y de salud, entre otros.
Antecedentes
En 1814, en el entonces Colegio del Estado, un grupo de farmacéuticos encabezados por el doctor Ignacio Rodríguez Alconedo fundó el Jardín Botánico donde se impartieron las primeras clases de farmacia, botánica y química. Contaba con: «vivienda del jardinero», librería, depósito de semillas, plantas, instrumentos, farmacia y un laboratorio químico abovedado para evitar incendios Su herbario sirvió para formar la primera farmacopea impresa en México.
El interés creció y en 1828, don José Manso impulsó la creación de un museo, que dio origen al gabinete de Historia Natural, que contenía una extraordinaria colección de organismos disecados; frascos de vidrio donde se preservaban organismos y estructuras; maquetas de plantas y animales, así como instrumentos para la demostración de fenómenos biológicos.
Entre los años de 1937 y 1956 los académicos realizaron interesantes estudios acerca de la morfología de los núcleos celulares y la búsqueda de formas para cuantificar su volumen. En 1958 se creó el laboratorio de Ciencias Biológicas y Medicina Experimental; en 1963, surgió el Instituto de Biología «doctor Enrique Beltrán» donde se realizaron estudios de botánica, protozoología y edafología.
Proyecto hecho realidad
La Escuela de Biología nació el 14 de julio de 1987 con la autorización del Consejo Universitario a propuesta del ahora doctor en Biología, Ismael Ledesma Mateos, quien junto con un grupo de expertos de la BUAP y el país, elaboraron un novedoso plan de estudios, que posteriormente motivaría la transformación de programas de estudio en escuelas de Biología del país y motivara la creación de otras en algunos países latinoamericanos.
Con su creación, se llenó el vacío que había en la formación de profesionistas que requería Puebla, un estado con una gran riqueza en recursos naturales, que entonces era estudiado por investigadores de la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional y la Fundación Alemana para la Investigación Científica.
Las descripciones sobre la diversidad orgánica, mostraron la necesidad de formar especialistas de la Biología que contribuyeran en su estudio y protección, lo que quedó plasmado en el proyecto que analizó el Consejo Universitario:
Las características biogeográficas del valle de Puebla, el cual se encuentra ubicado entre zonas montañosas (…), hace que en él se tengan características bióticas únicas, encontrándose desde representación del bioma desértico hasta zonas boscosas de alta densidad, correlativamente a la gran variedad de climas que podemos encontrar en el estado. Nuestra riqueza florística y faunística es de una magnitud inigualable (…) puede señalarse que en nuestro estado se encuentran grandes yacimientos fosilíferos como el de San Juan Raya.
La Escuela de Biología inició sus clases en agosto de 1987 con 102 alumnos en el tercer patio del Edificio Carolino, donde se adaptaron tres salones y dos laboratorios que se fueron equipando poco a poco, a veces con aportaciones de los estudiantes que tenían un gran interés en la teoría y las prácticas, recordó el director actual, Jorge Alejandro Cebada Ruiz.
La segunda generación recibió a 200 estudiantes y conforme pasaron los años la demanda se incrementó. Actualmente tiene alrededor de mil 180 alumnos. Lo que no ha cambiado es la conformación de su población escolar que en su mayoría es del género femenino.
Al primer equipo de profesores de la Institución se sumaron los mejores especialistas del país como maestros invitados, quienes formaron las primeras generaciones de biólogos que hoy se encargan de las cátedras en diferentes instituciones del estado y el país.
Sus egresados están también en centros de investigación importantes como el de Biología de la Reproducción del Instituto Politécnico Nacional y el de Investigación Biotecnológica del CINVESTAV, así como el Departamento de AgroEcology de Rothamsted Research, del Reino Unido, entre otros.
El doctor Enrique Beltrán Castillo, quien fue el primer biólogo de México, fue invitado a inaugurar el primer laboratorio de la Escuela, que hoy es uno de los más modernos y equipados. De siete microscopios hoy se cuenta con 60 estereoscópicos y ópticos.
«Ingenio e invención eran indispensables para las prácticas y hasta un poco de pedir prestado a los demás, como sucedía con las colecciones de vertebrados. Actualmente la Escuela posee cinco valiosas colecciones para el estudio y la práctica: Entomología, Mastozoología, Herpetología con más de 100 especies muertas y más 70 vivas, además de la Unidad de Manejo Ambiental de Cactáceas, con más de 50 especies y se forman las de Paleontología y Orquídeas», comentó Cebada Ruiz.
Con un edificio propio, esta unidad académica cuenta con 13 salones equipados con cañón, computadora y bocinas; un auditorio para 80 personas; cinco laboratorios para docencia y más de 20 para el desarrollo de proyectos de investigación; una biblioteca con más de seis mil 500 volúmenes especializados, computadoras, libros electrónicos, Internet, sala para trabajo en equipo y dos salones de cómputo.
Para los trabajos de campo se tienen: redes; aparatos de medición de Ph del suelo; estación climática portátil; equipo para detección de intensidad luminosa; detectores de humedad y temperatura; GPS; brújulas digitales; jaulas y trampas para atrapar y liberar animales de estudio y uno especial para tortugas.
Un programa de alta calidad
Para desarrollar las habilidades de los estudiantes y que éstos tengan mayores competencias para el mercado de trabajo, el 80 por ciento de las materias mezclan teoría y práctica, preparación reconocida en el país y el extranjero.
Un ejemplo: la reciente estancia de estudiantes en la Universidad de Calgary, Canadá, donde los profesores sorprendidos por los conocimientos que los jóvenes demostraron en su trabajo de campo, «nos enviaron una carta de felicitación», abundó el Director de la Escuela de Biología.
El plan de estudios contiene las bases fundamentales del Modelo Universitario Minerva. Con dos salidas termines los jóvenes deciden a la mitad de la carrera ser biólogos de bata o de botas, lo que significa enfocar su trabajo en el laboratorio desarrollando investigaciones en biología celular, neurobiología o biotecnología, entre otros, o desarrollar investigación de campo en ecología, paleontología, detección y protección de poblaciones de animales y plantas, entre otras.
En verano la movilidad académica cobra importancia: los alumnos realizan estancias en universidades, institutos y centros de investigación del país y el extranjero en instituciones de Canadá, Francia, España, Inglaterra, Argentina, Costa Rica, Chile y Colombia; mientras se recibe a jóvenes de instituciones nacionales y extranjeras.
Investigación y vinculación.
La Escuela, que inició clases con siete profesores mantiene un crecimiento académico y el resultado son: cinco profesores en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y 24 con perfil PROMEP; cuenta con 19 doctores en ciencias, 27 maestros en ciencias, tres de ellos estudiando el doctorado y 12 con licenciatura.
Se desarrollan líneas de investigación a través de cuatro cuerpos académicos en las áreas de: Neuroendocrinología; Ecotoxicología ambiental; Biología de grupos de organismos y Biología comparada, donde se desarrollan proyectos de Manejo de recursos bióticos, Manejo y conservación, Biología molecular, Biotecnología, Biología de la reproducción, Neurobiología del desarrollo, Botánica, Biología vegetal, Manejo de información geográfica, Educación ambiental, Biología marina, Entomología, Control biológico y de vectores, entre otros.
Tiene proyectos de colaboración con el gobierno federal, estatal y ayuntamientos, además de la Fundación PRODUCE, Unidades de Manejo Ambiental y colabora en un proyecto para la protección de la tortuga en Veracruz.