Una miniterapia diaria reflexiva, que día a día puede aplicarse para eliminar esa tendencia perfeccionista que afecta al ser humano; un libro de aforismos que funcionan como una terapia capaz de eliminar resentimientos y sanar la vida de las personas, es como definió la psicoterapeuta Graciela Soto Hernández a “El oficio de ser falible”, texto del profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP, Ricardo Peter Silva.
Durante la presentación de la obra, la especialista expresó: “tengo 30 años de psicoterapeuta y ha sido un parte aguas en mi persona, y en mi tratamiento, este libro que sirve como una terapéutica diaria y personal para reflexionar e irla aplicando de gota a gota, como gota a gota nos vamos envenenando de perfeccionismo, gota a gota ir sanando de humanidad”.
A su vez, María de Lourdes Zambrano, integrante de la Asociación Internacional de la Terapia de la Imperfección, aseguró que los humanos tienen a pensar que las cosas deben ser de una manera y pasan la vida peleando por transformar todo aquello que no resulta como quisiesen.
“Tenemos que hacer un ejercicio de humildad y este libro es una invitación a la humildad, que hay que ver con verdad las cosas como son, no como quisieras, es una invitación a amarnos como somos”, puntualizó.
El autor Ricardo Peter Silva, con más de 36 años en el estudio de la Terapia de la Imperfección, expuso que el objetivo de su obra es ayudar al lector a convivir con su falibilidad, pues no existe manera de descargarla.
El texto, señaló, se refiere a aforismos, sentencias breves que suelen tener impacto sobre el sistema mental debido a que en pocas líneas trabajan el sistema mental, enfrentan esquemas habituales, paradigmas y tienen la función de miniarlos y proponer alternativas.
Su obra está dividida por temáticas, donde se habla de aforismos sobre las virtudes y ganancias, acerca de la perfección como forma de practicar la barbarie, sobre binomios culpa-perdón, aceptación-compasión, el papel compasivo de la intuición, sobre la crisis de querer vivir sin crisis o la facilidad que tiene el humor para humanizar.