El Ordenamiento Ecológico Territorial es un desafío a nivel mundial por la inestabilidad política, la crisis económica, desigualdad política, crecimiento poblacional, así como la ocupación y crecimiento desorganizado, indicó la doctora Carolina Lara Visconti, docente de la Universidad Iberoamericana.
En el Foro Regional Realidades ambientales en Puebla, que realizó el Consejo Estatal de Ecología del Estado de Puebla en el Salón de Proyecciones del Edificio Carolino de la BUAP, señaló que “la falta de políticas relacionadas con el uso del territorio, procesos de planificación débiles y sectoriales, falta de comunicación entre usuarios del territorio”, así como el inadecuado uso de recursos naturales, degradación ambiental y desarticulación entre lo urbano y rural, son algunos de los antecedentes de esta situación, causantes de que Puebla sea un estado con altos índices de pobreza.
Explicó que los efectos negativos debido al crecimiento poblacional generan cambios en el patrón de ocupación a corto plazo, incrementando la concentración de viviendas en San Andrés Cholula; el agotamiento, contaminación y degradación de los recursos naturales, al igual que la presión y demanda de recursos ambientales.
Durante la primera sesión “Ordenamiento Ecológico Territorial en el Estado de Puebla”, comentó que la regionalización no ha resuelto las necesidades de la población.
Expresó que el Ordenamiento Ecológico Territorial considera “identificar patrones de ocupación territorial, que maximicen el consenso y minimicen el conflicto en cuanto al deterioro ambiental”.
Lara Visconti dijo que este proceso comprende una fase de caracterización para describir el estado de los componentes; un diagnóstico, que delimita áreas de conservación y conflictos ambientales; el pronóstico, examina la evolución de los conflictos ambientales a partir de la previsión de variables naturales y por último la propuesta incluye lineamientos y estrategias ecológicas.
Las políticas ambientales incluyen la conservación, protección, restauración y aprovechamiento sustentable. Detalló que para aplicar una política pública se debe considerar la región y los límites territoriales, con el fin de evitar el agotamiento de recursos naturales, deterioro de la calidad ambiental, el crecimiento no controlado de asentamientos humanos y el incremento de los niveles de pobreza y marginación.
La académica puntualizó que los retos del Ordenamiento Ecológico Territorial son que las propuestas no queden archivadas, se beneficien a los diversos sectores de la sociedad, exista una legislación más estricta para el cumplimiento de políticas y criterios establecidos, así como buscar la colaboración de los diversos actores.